“Ahora sí esta crisis me alcanzó. Sabrán de algún trabajo para su servidora. Tengo experiencia en caja y servicios al cliente #Buscotrabajo”, tuit de @Mouyo3095
“Qué tal Dads, para los que ya recibieron su aguinaldo o están por recibir ayúdenme a hacer el mío! Soy aluminero y vidriero, les mejoro presupuesto!!! Buen inicio de semana!!! Mensaje en Facebook de Jorge Aguilar.
Busco empleo: empleo como chofer particular o chofer de reparto. Cuento con licencia vigente, soy responsable, tengo familia que depende de mí. Apóyeme (si puede) Tengo 74 años. Celular 5527640767. Fotografía difundida en Instagram.
Estos son solo tres casos de personas sin empleo que han lanzado su solicitud a las redes sociales para ver si por esa vía pueden hacerse de uno.
La pandemia por Covid-19 no sólo ha provocado la muerte de más de 100 mil personas en el país (101 mil 676 oficialmente hasta anoche), más los que se acumulen esta semana, sino que ha lanzado a la calle o dejado sin empleo a más de 2 millones de mexicanos. Si se toma en cuenta a la Población Económicamente Activa, la cifra se estima en 3 millones y medio de personas en edad de trabajar que al cierre de 2020 no cuentan con un empleo formal.
De acuerdo con la más reciente encuesta nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, difundida la semana pasada, durante el tercer trimestre del año la población ocupada en el país era de 51 millones de mexicanos, cifra inferior en menos 4.2 millones de personas con empleo que había en el tercer trimestre del año pasado.
Y lo que es una verdad de Perogrullo: el sector femenino es el que más ha resentido el cierre de espacios laborales. Según la misma encuesta del Inegi, en el tercer trimestre del año hay 2.3 millones de mujeres menos sin empleo comparadas con el mismo periodo de 2019.
Un pequeño ejemplo de esta situación es la de Saraí Sánchez López, licenciada en Artes Plásticas por la UAEMex, bailarina de jazz y ballet contemporáneo y quien desde abril perdió su empleo como maestra de la asignatura de Arte y danza en un colegio particular a nivel preescolar, primaria y secundaria en el Estado de México.
“Con ese empleo yo me mantenía, vivía sola y cubría todos mis gastos al cien por ciento, y (tras el despido) me tuve que regresar a vivir con mis papás”, contó Saly Beals, su nombre artístíco, a la reportera Adriana Fonseca, de La Jornada Estado de México (https://estadodemexico.jornada.com.mx/una-artista-sin-empleo/).
Desgraciadamente el futuro próximo en materia laboral no parece ser muy halagüeño. La posibilidad de que el número de personas sin empleo crezca se ve más cercana debido al nuevo impulso que tuvo el Coronavirus en las últimas semanas y que podría llevar nuevamente a las autoridades a decretar el denominado Semáforo Rojo en diferentes entidades, lo que implicaría el cierre, otra vez, de negocios o empresas catalogadas como No Esenciales, pero que actualmente tienen con trabajo a miles o millones de personas en el país.
La situación pinta más complicada cuando se toma en cuenta que muchos de esos empleos, si bien aseguran un ingreso económico a los hogares, no son ni con mucho lo que se necesita para, al menos, satisfacer la canasta básica.
El mismo Inegi reportó que en el tercer trimestre del año, cuando algunos negocios reabrieron sus puertas en la llamada “nueva normalidad”, 32 millones de personas trabajaron por un ingreso que no supera dos salarios mínimos, es decir, 7 mil 393 pesos al mes.
Sin una política efectiva de generación de empleos a nivel municipal, estatal y federal y sin la colaboración conjunta entre el Gobierno y la iniciativa privada, dejando a un lado las diferencias ideológicas, la crisis de desempleo puede llevar a una situación extrema que nadie desea.
Comentarios: migueles2000@hotmail.com
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