Se va el 2023

Mañana es el último día del año 2023 y estrenaremos un 2024 lleno de retos y sueños. Después de que la vida se transformó a partir del Covid, en este periodo que estamos por concluir, la normalidad es casi total, los golpes de los últimos cuatro años fueron brutales, y sus efectos aún son evaluados.

La nueva normalidad es una realidad que nos encara a cada momento, es un hecho que, entre muchos rubros, el rescate económico, la recuperación educativa y la estabilidad del componente socioemocional siguen en periodo de recuperación.

Y es que la pandemia afectó seriamente todos los niveles educativos en todas las latitudes, los estragos causados son directamente proporcionales a las condiciones de cada país, donde serán estos contextos los que permitan y marquen el ritmo de una reparación que podría tardar años.

Conservo intacto el recuerdo de aquel marzo de 2020 cuando se cerraron los centros educativos para dar paso a la escuela en casa, las caras de incertidumbre de alumnado y cuerpo docente, la pandemia nos tomó por sorpresa y quienes trabajan en educación a distancia pudieron adaptase más rápido a este esfuerzo que quienes lo hacían de manera presencial.

Al paso del tiempo, se fueron adaptando o puliendo las formas de trabajo escolar en casa para acercar el conocimiento a millones de estudiantes en todos los niveles, la adaptación tuvo que ser para todos, alumnos, maestros y desde luego el personal directivo y de apoyo.

La pandemia llevó la batuta en el trabajo escolar y mientras muchos no tuvieron acceso a la educación en línea, otros más padecieron estrés tecnológico al pasar gran parte del día pegados a una computadora, celular o tableta.

Se respira un año nuevo lleno de esperanza, el esfuerzo se concentra en mitigar el descalabro de saberes que tantos huecos de conocimiento dejó en el estudiantado y cuya reparación llevará su tiempo.  

Se trabaja también para reinventar la educación, con modelos educativos que visualicen una adaptación a los retos que impone el mundo, que el docente haga un replanteamiento metodológico de su enseñanza, contemplando el uso de tecnología y que existan alianzas entre instituciones educativas y organizaciones para enfrentar este tipo de retos.

Que venga un gran año nuevo para todos, mis más sólidos sentimientos de bienestar y paz, apreciados lectores. ¡Bienvenido 2024!