Jorge Romero El Faro

Se repite la historia en la UPT 

El Faro

A finales de la semana pasada se dio a conocer un nuevo episodio de violencia en una institución de educación superior en Hidalgo. El vídeo de un estudiante golpeando a un profesor dentro de un salón de la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT) explotó en redes sociales y después se difundió a través de medios de comunicación, no solo locales sino de alcance nacional.

El hecho, escandaloso por la violencia tanto verbal como física que se observa en la grabación, obliga a una reflexión respecto a cómo se resuelven los conflictos en las instituciones de educación superior estatales. No solo por este caso, sino porque en los últimos años se han repetido patrones que deberían orillar a un cambio en la manera de dirimir las diferencias en las instituciones educativas.

El caso más notorio ocurrió el 28 de agosto de 2023, cuando comenzó un paro indefinido en el Instituto de Artes (IA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) tras la llegada de María Teresa Paulín a la dirección, quien estaba acusada de abuso y mala gestión. Estudiantes de ese instituto exigieron su destitución y las autoridades de la casa de estudios simplemente ignoraron las manifestaciones de descontento, lo que provocó que el conflicto creciera como bola de nieve.

El paro se extendió progresivamente a otros institutos y el movimiento creció a tal grado que el 19 de septiembre explotó en el emblemático edificio de Abasolo 600, donde estudiantes bloquearon calles y tomaron el edificio central, lo que provocó enfrentamientos con personal universitario e incluso padres de familia, lo que dejó varios heridos.

El conflicto fue manejado con tal torpeza, que la exigencia de renuncia después se enfocó en el rector, Octavio Castillo, y en el entonces presidente del consejo estudiantil (CEUEH), José Esteban Rodríguez Dávila, cuya cabeza terminó rodando posteriormente. Más de 100 días después, se levantó el paro tras una encuesta estudiantil y en medio de daños significativos tanto a la infraestructura, como al prestigio de la institución.

En septiembre de 2023, estudiantes del Instituto Tecnológico de Pachuca (ITP) tomaron las instalaciones para protestar contra el director Miguel Ángel Lee Rodríguez, a quien acusaron de acoso sexual, laboral y protección a docentes acosadores. El alumnado también exigía su destitución inmediata y evitar represalias académicas contra los denunciantes.

En ese caso el conflicto también fue procesado con torpeza, al punto que el semestre estuvo a punto de perderse. Lee Rodríguez fue suspendido provisionalmente hasta diciembre de ese mismo año, lo que desactivó el conflicto. En febrero 2024 reasumió la dirección, pese a la inconformidad estudiantil.

Ahora en julio de 2025, en la UPT el “docente” involucrado en la pelea fue separado temporalmente y ambos —alumno y profesor— presentaron denuncias. La Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) abrió una investigación y se inició un proceso interno ante el Consejo Académico de la UPT.

No obstante y a pesar de que la SEPH y directivos de la UPT actuaron con celeridad, el alumnado amagó con iniciar un paro este próximo lunes 4 de agosto, lo que podría alargar el conflicto de manera innecesaria, puesto que ya se echaron a andar los engranajes institucionales establecidos por ley.

La lección que deben dejar los citados conflictos es que a las instituciones de educación superior les urge establecer mecanismos que permitan procesar y atender de manera rápida y clara las denuncias por acoso, falta de atención o cuando haya casos de descontento contra autoridades que sean cuestionadas por su forma de actuar.

Las vías de respuesta deben ser eficaces, de manera que no se repitan los escenarios que vimos en la UAEH y en el ITP, donde las autoridades actuaron de manera torpe y tardía, alentando y favoreciendo la movilización estudiantil. Debe haber transparencia institucional, rendición de cuentas, mecanismos de denuncia independientes, y espacios que fomenten la participación estudiantil activa y vinculante, de lo contrario seguiremos viendo historias como las que hemos visto en los últimos años.


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