Se desinfla la lucha por democratizar a la UAEH

Poco a poco vuelve la calma a la comunidad universitaria y lo que parecía una histórica cruzada estudiantil por democratizar la vida interna de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y, especialmente, erradicar al grupo caciquil que se ha entronizado desde hace más de cuatro décadas, quedará en una mera anécdota iniciada por alumnos del Instituto de Artes, que lograron el objetivo inicial del movimiento: la renuncia de la directora María Teresa Paulín Ruiz. No más.

Las pláticas o negociaciones posteriores al enfrentamiento del 19 de septiembre, entre alumnos del IdA, contra estudiantes encabezados por el dirigente del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), José Esteban Rodríguez Dávila y trabajadores de la UAEH, han dado magros resultados, también en función de las demandas de los paristas.

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Estos exigían una disculpa pública del rector Octavio Castillo, la renuncia de la directora del IdA y también del dirigente estudiantil, que ha prolongado su gestión dos años más de lo establecido, cese a los abusos por parte de catedráticos en contra de los alumnos, pero del Grupo Universidad nada, y sus cabezas visibles siguen tan campantes, incluso realizando tareas políticas en busca de candidaturas para los comicios del próximo año, o acomodando parientes en espacios públicos, como el caso de Miguel Gerardo Sosa Martínez (sobrino de Gerardo Sosa), quien recientemente se incorporó a la dirección del Instituto para el Desarrollo y Fortalecimiento Municipal del Poder Legislativo local.

Ayer mismo habría una reunión entre alumnos paristas y las autoridades universitarias en busca de acabar de una vez con el paro y volver a las actividades normales. Eso sí, las autoridades universitarias advirtieron a los alumnos respecto del riesgo de perder su semestre, que inhibió el ánimo contestatario de los estudiantes en paro y poco a poco han vuelto a las aulas.

Ya sin el gobierno como mediador y luego del desaire del rector Octavio Castillo Acosta, al gobernador Julio Menchaca Salazar, argumentando respeto a la autonomía universitaria, el conflicto parece diluirse poco a poco.

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Como también se ha ido la idea de aprovechar la manifestación genuina de los estudiantes para ir más allá y promover la extinción del grupo que se ha enquistado y vivido a expensas de la máxima casa de estudios, por más de ocho lustros.

Por lo pronto Gerardo Sosa y sus huestes, seguirán con el control de la UAEH, del Partido del Trabajo y van por más escaños en el Congreso federal, el estatal y una que otra alcaldía, que se jugarán en los comicios del 2 de junio del 2024.