Una de las mejores cosas que puede provocar un artista es la evocación -quizá espontánea- de otras propuestas que están vinculadas a lo que hace… y la verdad que encuentro fabuloso que las canciones de la banda mexiquense San Pascualito Rey me hagan recordar los poemas de Xavier Villaurrutia y para evidenciarlo acudo al comienzo de Décima muerte:
“¡Qué prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!”
Y de inmediato salto a unas líneas de “Beso de muerto”, una de las canciones de mayor calado de las que ha compuesto Pascual Reyes:
“¿A qué sabe el beso de muerto
De alguien que tienes adentro?
¿De alguien que vive en un beso?”
Y eso es lo que me ocurre con las letras, en cuanto a lo musical tengo que apuntar que el repertorio de “los pascuales” me remonta hasta la voz de Javier Solís, uno de los grandes cantantes de nuestra historia y quien llevara al bolero ranchero a otro nivel.
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Que esto suceda con una banda de rock es un asunto notable, ya que denota la manera en que San Pascualito Rey supo abrevar de la música ranchera y la tropical para nutrir a un sonido que en esencia se afilia al rock oscuro; he aquí uno de sus grandes hallazgos.
Ese efecto de himno de desamor épico es una constante en sus composiciones y de allí que surgieran estrofas, tales como:
“Es imposible
Cuando ayer nos soñamos
Cuando ayer nos quemamos
Y nos tragamos”
En “Nos tragamos” hay ese mismo espíritu de una ranchera de rompe y rasga y en “Cerquita de Dios” logran coquetear con el huapango; aciertos como estos consolidan al álbum Sufro sufro sufro (2003) como uno de los más importantes del rock mexicano y latinoamericano en el siglo XXI… pueden estar orgullosos de haber grabado un “nuevo” clásico.
Pienso en ello tras enterarme de que el grupo entrará en una pausa indefinida y mientras transcurre el concierto de despedida en Pachuca (Viernes 12 de julio en el Jardín Caníbal) y no dejo de interrogarme acerca de la razón por la que no habrán conseguido dar el salto y convertirse en una banda de mayor convocatoria.
Agrego a Porter y Hello Seahorse como grandes esperanzas del rock nacional cuyos procesos no redundaron en consolidarlos como headliners y por extensión en grandes vendedores de discos y streaming.
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Aún cuando San Pascualito Rey pudiera variar en el nivel de excelencia de sus seis álbumes de estudio, siempre dio con canciones de alto impacto y que bien podría ejemplificar con “Si te Vas: “Por favor voltea y dime/ Que el amor que me tienes existe/ Que mañana vendrá la resaca a limpiarnos el alma”.
Quizá hoy más que nunca no pueda interpretar el comportamiento del público mexicano… con San Pascualito Rey no se trata de falta de repertorio ni un asunto de estética sonoro… ignoro que es lo que faltó y comprendo completamente esta pausa tras 25 años de lucha y perseverancia.
Por la banda pasaron Alex Otaola, Chema Arreola, Luca Ortega y ahora Vicente Jáuregui… Pascual tuvo cómplices de mucha altura… el legado está ahí y el tiempo ayudará a aquilatarlo en su justa medida… no hay más. “Y te fuiste hasta el fondo de tus miedos/ A tragarte todo el fuego de tu infierno/ Y lloraste tantas veces tus deseos/ Que te ahogaste entre la sombra y el silencio”.
mho
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