Vaya impacto mediático global el que ha tenido Lux, el cuarto álbum de la catalana Rosalía… es experimental, es religioso, es arriesgado y exige del escucha su participación activa para asimilar 15 canciones (de la versión digital) en las que hay música clásica contemporánea, electrónica, canto coral, pop y flamenco.
Será el disco del que más se escriba y hable en el resto del año… se trata de un fenómeno del afterpop al que se ha considerado un collage multilingüístico y desde ya “una obra maestra” llena de discurso y referencias, que pese a todo conmueve, principalmente, por su parte emocional y que fluye majestuosa cuando se deja correr el disco completo.
Puedes leer: Son Rompe Pera convierte en ‘Jupiter’ al Salón Los Ángeles
Y es que desde su inicio se establece una tensión entre la experiencia metafísica y el mundo terrenal… “Quien pudiera vivir entre los dos/ primero amaré al mundo, y luego amaré a Dios”, tal es el dilema planteado por “Sexo, violencia y llantas”, que prosigue entre tal dicotomía: “En el primero, sexo, violencia y llantas/ deportes de sangre, monedas en gargantas/ En el segundo, destellos, palomas y santas/ La gracia y el fruto y el peso de la balanza”.
“Sexo, violencia y llantas” parte de lo sútil y casi minimalista, antes de reivindicar que será la voz de Rosalía la que conduzca esta experiencia, que parece narrar en una versión Siglo XXI las experiencias de los poetas místicos con San Juan de la Cruz y Santa Teresa por delante… luego viene el estallido de las percusiones orquestales y la majestuosidad de las cuerdas. Ella ha dicho que centró el disco en el amor y la manera en que este se expresó en la vida de distintas santas, así como en la mística femenina.
A la hora de subrayar lo que convierte a Lux en un álbum de calidad superlativa hay que señalar lo hecho por la Orquesta Sinfónica de Londres y los arreglos de Caroline Shaw y Daniel Bjarnson, quienes entendieron la manera de imbricar a la música clásica contemporánea con un nutrido conglomerado de elementos (copla, aria, rumba, etc.).
Precisamente, para enfrentar la parte de componer y armar este complicado rompecabezas, Rosalía contó con las aportaciones de Noah Goldstein, quien estuviera presente en el Yeesus de Kanye West, además de Dylan Wiggins; juntos concibieron una obra poliédrica para ir asimilando con mucha calma.
Por ejemplo, “Reliquia” es una sumatoria de sus trances amorosos por el planeta entero y en la que entran poderosos graves alternando con unos violines muy elegantes. Y podríamos seguir canción a canción, pero el espacio es corto… instalémonos en la ya famosísima “Berghain”, con su exuberancia coral y la voz llena de misterio y perversión de Yves Tumor más la participación de Bjork, cuya obra es una influencia crucial para este disco al igual que los haceres visionarios del cantaor Enrique Morente, cuya hija Estrella aparece en “La rumba del perdón”, en compañía de otra cantante exquisita: Silvia Pérez Cruz.
Lux deslumbra cuando a piano y voz (en italiano) surge la conmovedora “Mio Cristo Piangi Diamanti”, cuando deja ir toda su técnica vocal y registro en la impresionante “Mundo Nuevo” o cuando se plantea renunciar a varias posesiones de lujo con tal de compartir un “Sauvignon Blanc” con un amor verdadero.
Articulada en 4 movimientos (la partida; lo mundano; la gracia de Dios; y despedida y vuelta a casa), es una obra que ofrece canto en 14 idiomas, pues al español, catalán, inglés, latín, italiano, portugués, francés, ucraniano, árabe, mandarín, alemán, hebreo, japonés hay que sumar el caló gitano, un universo en el que Undivel es la manera de llamar a Dios.
Te recomendamos: Juan Cirerol en El árbol del tiempo
El engranaje incluye la presencia de la cantante portuguesa Carminho en “Memória”, la polémica al acercarse al corrido tumbado en compañía de Yahritza y su esencia (que terminaron peleados con parte del público mexicano” en “La perla” y a las que hay que sumar la presencia del Coro de la Escolania de Montserrat y el Orfeó Català.
Rosalía busca una forma de arte total, un summum del presente -sus temas y estéticas-, mientras hurga en el pasado… Lux es un punto muy alto de la cultura actual… una maravilla, simplemente.
Sigue nuestro CANAL ¡La Jornada Hidalgo está en WhatsApp! Únete y recibe la información más relevante del día en tu dispositivo móvil.
mho

Deja una respuesta