Romero Deschamps, controvertido

Durante los últimos años, Carlos Antonio Romero Deschamps pasó de la luz a la oscuridad de los recuerdos. Sin duda, uno de los líderes sindicales más controvertidos en el país. Lamentable, desde luego, conocer que el jueves 19 pasado falleció. Según trascendió, fue víctima de un infarto al miocardio; tenía 79 años de edad.

Nacido en Tampico, Tamaulipas, el 17 de enero de 1944, durante 26 años encabezó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), organización cohesionada, unida. Fue un dirigente que conocía su influencia en el país. Además de su presencia en el STPRM, probó suerte en la política con buena fortuna. En tres ocasiones fue diputado y dos veces senador, con el entonces omnipotente Partido Revolucionario Institucional (PRI).

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Muchas veces fue objeto de agudos comentarios por su gestión. Uno de los sucesos fue el llamado Pemexgate en que hubo cesión de recursos económicos al respaldar la candidatura a la presidencia del país a Francisco Labastida Ochoa, esto en 2000. El entonces Instituto Federal Electoral (IFE), dio a conocer el desvío de 1500 millones de pesos para respaldar a Labastida Ochoa. Tres años después, la entonces Procuraduría General de la República lo exoneró de supuestos delitos de peculado y peculado electoral. El proceso, ya en 2011, fue finalizado de manera inapelable.

Como sindicalista, tras trabajar en la refinería de Salamanca, fue líder de la sección 35 de petroleros de Azcapozalco. En junio de 1993 lo designaron secretario general interino del sindicato de Pemex. Relevó tácitamente a otro controvertido dirigente, Joaquín Hernández Galicia, a quien se identificó entonces como La Quina, y por diferendos con la administración de Carlos Salinas de Gortari, fue encarcelado.

Otro episodio importante de Romero Deschamps fue anticipar en diciembre de 2017 su reelección como figura número uno del sindicato, lapso que concluiría en 2024, sin embargo, declinó en su intención. Se opuso a una posible jubilación recibiendo de esta forma su salario. En marzo de 2021, dejó esa posición laboral por la que llamó “voluntad propia”.

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Su transitar ante la opinión pública no fue para nada miel sobre hojuelas. Se le llegó a señalar como instigador de actos ilícitos. A la par, nunca se mostró un documento que avalara estudios de licenciatura, según se apunta en el Sistema de Información Legislativa. Sí se indicó que era egresado de la institución EBC de Tampico, aunque esta nunca ha tenido campus en esa ciudad. También se suma que en el Registro Nacional de Profesionistas no arroja ninguna información al respecto.

A lo anterior, por desfortuna, se le responsabilizó por el estilo de vida de su familia: abundante en recursos financieros.

Pero hubo más: en febrero de 2013 se difundió que su hijo José Carlos Romero Durán contaba con un vehículo de la prestigiada marca Ferrari Enzo que se valuó en casi dos millones de dólares.

En 2019, la revista Forbes cuestionó que al menos 11 de sus familiares eran parte de la plantilla de Pemex y que en conjunto percibían 700 mil pesos mensuales.

Se vitalizaron dudas porque Romero Deschamps como trabajador de Petróleos Mexicanos tenía un salario mensual asignado de 28 mil pesos. Personaje al que en esos entonces se flagelaba con señalamientos y que se diluyeron con el tiempo, al igual que su vida misma.