Su ceguera no ha sido impedimento para la función pública
En Acaxochitlán, el regidor Manuel Rubén García Ortiz ha demostrado que la ceguera no es un impedimento para la función pública. Su historia, marcada por un profundo compromiso social, lo ha llevado a convertirse en una voz activa para las personas con discapacidad.
Con su esposa, Ramona Hernández, quien funge como su guía en los lugares, el regidor busca transformar la percepción y las oportunidades para este sector de la población. Para lograrlo, impulsa proyectos que van desde la creación de una dirección municipal de inclusión hasta el empoderamiento a través del trabajo digno.
Su resiliencia comenzó desde la infancia, cuando le diagnosticaron glaucoma, una enfermedad que gradualmente le quitó la visión. A pesar de las cirugías, su vista se fue perdiendo, según contó en entrevista.
El regidor de Morena, Manuel Rubén García Ortiz es originario de Tulancingo, pero reside en San Pedro, Acaxochitlán. Sus padres son de una comunidad de Acatlán, donde él recuerda haber empezado a trabajar en ese ayuntamiento. Por muchos años se dedicó al comercio en los tianguis de Santiago, Metepec y Agua Blanca, y fue durante ese tiempo que creció su interés por la función pública, en especial por acompañar a grupos vulnerables.
“Me identifico con la lucha de las mujeres por un espacio”: Manuel
El regidor Manuel Rubén, siempre anheló estar en el servicio público, a pesar de que lo consideraba muy complicado. Antes de llegar a su actual puesto, laboró en el área de servicios estatales y también en el DIF municipal durante la pasada administración.
Su experiencia personal lo ha llevado a identificarse con otras luchas por la inclusión.
“Como en el caso de las mujeres, yo siempre le he dicho a los compañeros, yo me identifico mucho con ellas, porque las mujeres siempre han tenido esa problemática de muchos lugares donde no se les brinda el espacio”, comentó el asambleísta invidente y añadió que, si bien hoy hay más oportunidades y se tiene a una presidenta de la República, en el caso de las personas con discapacidad era algo parecido.
Por otra parte, él reconoce que la gran mayoría de regidores que representan a las personas con discapacidad en los ayuntamientos están en silla de ruedas, es poco común encontrar asambleístas invidentes.
Hace equipo con su esposa
El trabajo del regidor Manuel Rubén García Ortiz no sería posible sin el apoyo de su esposa, Ramona Hernández, quien es su asistente. Ella le ayuda a superar los retos de movilidad diarios, como subir y bajar las escaleras de la presidencia municipal de Acaxochitlán, y además funge como sus ojos durante las votaciones de cabildo.
“Ella siempre me lee las cosas, hacemos un buen equipo”, asegura el regidor, explicando que para que su esposa pudiera entrar a las sesiones de cabildo, tuvieron que pedir el consentimiento de la mayoría de los compañeros, quienes estuvieron de acuerdo.

El asambleísta invidente explicó que una ley de la pasada legislatura establece que los regidores o funcionarios públicos con alguna discapacidad tienen derecho a un asistente. Añadió que “no pueden ser acusados de nepotismo porque qué mejor que tú (la persona ciega) te puedas apoyar de una persona de tu familia, de tu confianza, porque hay que firmar documentos que son de suma importancia que no pueden ser confiables con cualquier persona”.
Aunque su esposa podría estar en la nómina como su asistente, el regidor Manuel Rubén tomó la decisión de que no fuera así. “El presidente municipal no tiene problema por eso, él sabe que es un derecho. A mi llegada he tenido todas las facilidades para hacer mi trabajo, que mi esposa sea mi asistente y en cualquier momento se le pague también”, aseguró.
Fuera del cabildo, la tecnología juega un papel fundamental en el trabajo del regidor invidente. Para revisar los documentos oficiales, él explica que el oficial mayor se los entrega en formato PDF, los cuales escucha detenidamente en su casa mediante una aplicación. Aunque sabe usar el braille, no lo considera un método práctico para comunicarse con sus compañeros, ya que ellos no dominan este sistema y sería complicado convertir todos los documentos.
Propuestas para la inclusión
Como presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Atención a las Personas con Discapacidad, el regidor Manuel Rubén presentó hace menos de cuatro meses una propuesta para crear una nueva dirección de inclusión en Acaxochitlán.
“No porque no haya atención a este sector de la población, sino porque tiene que haber más y mejores espacios para las personas con discapacidad”, asegura. Además, propuso la creación de un registro municipal para clasificar a las personas por tipo de discapacidad y por comunidad.
Asimismo, el regidor invidente señala que aún hay mucho por hacer en materia de accesibilidad. “Tenemos que trabajar ese tema, por ejemplo, buscar las formas de que haya un elevador en la presidencia”, comenta, refiriéndose a un edificio de tres pisos que representa un reto diario para una persona con discapacidad.

Cambiar estereotipos de personas con discapacidad
Por otra parte, Manuel Rubén busca desafiar el estereotipo de que las personas con discapacidad son solo receptoras de ayuda. “Una de las cosas que yo siempre he dicho es que la persona con discapacidad no solamente debe de pedir, también tiene que llegar el momento en que tiene que ofrecer algo, lo puede hacer”.
“Darles cursos donde ellos puedan aprender un oficio”, asegura el regidor. Para él, esto cambiaría el concepto “tanto del discapacitado como de la persona que ayuda”. Por ello, su propuesta es que “en Acaxochitlán, en la plaza pública que tenemos haya personas con discapacidad, a lo mejor con un pequeño estanquillo para que puedan vender, no sé, billetes de lotería, artesanías, aquí tenemos muchas comunidades que las hacen”.
Su resiliencia comenzó desde la infancia, cuando le diagnosticaron glaucoma
A un año de graduarse de psicología
El compromiso del regidor Manuel Rubén García Ortiz con su comunidad es tan firme como sus metas personales. Está a solo un año de terminar su licenciatura en psicología, un sueño que se le dificultó en su juventud.
“Cuando estaba bien de la vista estudié la primaria y casi terminé la secundaria”, recuerda. “Ya casado mi esposa me ayuda, termino la preparatoria”. Agradecido por el apoyo, el regidor envía un mensaje claro de seguir los sueños y aspiraciones a pesar de las limitaciones.

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