¿Qué significa el incremento de feminicidios en Hidalgo?

Ayer en La Jornada Hidalgo salió una nota titulada “Por incremento en feminicidios en Hidalgo; piden se aplique protocolo en tres casos”, en la cual se hace mención a una triste, dolorosa realidad: los feminicidios.

Los que siguen sucediendo en los hogares, en la intimidad y la confianza. No son monstruos, no están enfermos, hay todo un sistema que nos ha criado para ejercer de formas brutales la violencia y el poder. El contexto actual de nuestro país caminando hacia la militarización, en medio de disputas entre grupos delictivos, con una serie de carencias, solo refuerzan las condiciones para que este tipo de crímenes se sigan cometiendo.

Entender al feminicidio únicamente desde la mirada de la violencia de género, no nos permite observar todo el fenómeno y buscar soluciones de raíz. El feminicidio es el ejercicio más desbordante de la violencia y no sucede de la noche a la mañana. Hay antecedentes, que hemos normalizado, que ya nos son imperceptibles pero que empiezan a labrar el camino hacia ese último acto que termina no solo con la vida de una mujer o alguna persona a quien la necro política (la política de la muerte: es decir quienes tienen derecho o no de vivir) decidió exterminar.

Claro que es urgente que la Fiscalía y diversas autoridades de procuración de justicia apliquen todas las normas, reglamentos, protocolos que existan para traer un poco de justicia a las familias y comunidades víctimas de estos hechos.

Pero lo que nos revelan estos hechos es que aún son insuficientes los esfuerzos tanto de las autoridades como de la sociedad para erradicar este crimen atroz.

Las buenas políticas publicas analizan los problemas sociales, buscando distintas alternativas para atenderlos y con suficiente presupuesto para lograr su objetivo. Además, se les da continuidad, una política pública busca el impacto cultural y social.

El incremento de feminicidios también nos demuestra que el derecho penal no soluciona los problemas sociales. Seguir apostando al aumento de penas, a la creación de delitos para cambiar comportamientos sociales, solo es un paliativo que ya ni siquiera tiene algún efecto.

Exijamos justicia para todas las victimas de feminicidio y exijamos políticas públicas que realmente busquen la erradicación de la violencia.