¿Qué pasará con nuestros migrantes?

Balcón Político

Hidalgo no ocupa los primeros lugares entre los estados que más gente expulsa al extranjero, ni tampoco entre los que más remesas reciben de quienes fundamentalmente laboran en los Estados Unidos y mensualmente envían dólares a sus familiares, pero sí tenemos una veintena de municipios, cuya economía funciona gracias a los recursos que llegan de la Unión Americana.

Por algo las remesas que nuestros connacionales envían a nuestro país, forman parte de los principales soportes de nuestra economía, junto con el petróleo y el turismo, por tanto, es preocupante la suerte que correrán miles de hidalguenses, que laboran y radican en los Estados Unidos sin papeles, pues corren el riesgo de ser deportados de inmediato, como ha ordenado el presidente Donald Trump.

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Aunque el gobierno federal y los gobiernos estatales, lanzan mensajes de aliento y tranquilidad a nuestros paisanos en USA, difícilmente podrán darles las oportunidades de empleo, que fue una de las razones principales que les obligaron a lanzarse a la aventura de buscar el sueño americano.

En Estados Unidos radican alrededor de 420 mil hidalguenses, quienes anualmente envían remesas por alrededor de mil 500 millones de dólares, que en gran medida soportan la economía local en municipios marcados por la pobreza, donde las oportunidades de desarrollo son escasas y obligan a emigrar.

Los municipios con mayores ingresos por remesas son: Ixmiquilpan, Tulancingo, Pachuca, Actopan, Atotonilco el Grande, Zacualtipán, Huichapan, Zimapán, Chapulhuacán y Jacala.

Hay otros municipios que no reciben tantos recursos vía remesas, pero que sí dependen en gran medida de ese dinero para mover su economía local, como: Pisaflores, La Misión, Chapulhuacán, Tecozautla y Tasquillo.

Los principales expulsores son: Tulancingo, Ixmiquilpan, Pachuca, Huichapan, Tecozautla, Zimapán, Mineral de la Reforma, Pisaflores, Atotonilco el Grande y Tizayuca.

El número de hogares con familiares en los Estados Unidos, pasó en cinco años de 42 mil 508 a 51 mil 699. En todos ellos hay hoy incertidumbre y temor de que sus familiares, los que no tienen papeles, sean regresados a su tierra, de donde salieron porque aquí no encontraron las oportunidades de empleo y una mejor vida.


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