Pueblos indígenas de Hidalgo ocultan su lengua por racismo

En Hidalgo nos falta aceptar la interculturalidad de los pueblos, lo cual significaría una actitud, no solo de aceptación sino de conocimiento mutuo, evidenció la antropóloga e historiadora, Verónica Kugel.  

El 12 de octubre es la ocasión que se conmemora el Día de la Raza, denominado así por el encuentro de dos mundos, dos grupos culturales diferentes que dieron paso al mestizaje que nos identifica en la actualidad. 

A partir de esta conmemoración recordamos el cúmulo de datos sociales, culturales y lingüísticos que en Hidalgo ha permanecido y los que se han modificado con el transcurso del tiempo. 

Verónica Kugel, titular de la Subsecretaría de Patrimonio y Fomento Cultural en Hidalgo, señala que para definir la importancia de la multiculturalidad en Hidalgo es imprescindible reconocer a las lenguas indígenas y las dificultades de su preservación, al ser uno de los estados con mayor población indígena.  

“Tenemos al náhuatl, el otomí y el tepehua, con sus variantes cada una, esa es la variedad histórica de pueblos indígenas en Hidalgo, con presencia sustancial en Pachuca, Tulancingo y Tula”. 

Señaló que las personas indígenas que viven en ciudades suelen mantener un contacto estrecho con sus lugares de origen, al conservar tradiciones, su gastronomía y al participar dentro de las responsabilidades de su comunidad. 

Tenemos multiculturalidad, pero no interculturalidad  

La antropóloga e historiadora señaló la importancia de reconocer la multiculturalidad como realidad y la interculturalidad como meta en Hidalgo. 

Explicó que la multiculturalidad sería varias culturas las unas al lado de las otras, y la interculturalidad significaría una actitud, no solo de aceptación sino de conocimiento mutuo, la cual no siempre está dada o generada.  

“En la actualidad es de plantease si en verdad una escuela o comunidad indígena es intercultural, a veces… o debería; ¿en verdad en las ciudades ofrecemos una escolaridad a indígenas y urbanos que sea intercultural?, ojalá lo hagamos un día”. 

Esconden su lengua por racismo  

Uno de los componentes que a lo largo de la historia ha sido el punto de partida para la permanencia o modificación de la cultura, tradiciones y lenguajes es la migración. 

Al respecto, Kugel indicó que, si bien muchas de las expresiones culturales llegan a perderse por muchos factores, el migrar favorece el sentido de pertenencia. 

“El factor de identidad se refuerza cuando uno está lejos de su tierra -migración internacional-, no obstante, llega a perderse por muchos factores, pero creo que lo que más debiera preocuparnos es la pérdida de la lengua desde sus comunidades de origen, porque ese es el sustento de la lengua”. 

La socióloga María Félix Quezada Ramírez, con base en su investigación sobre migración y grupos indígenas en Hidalgo y México, indicó que, en condiciones de migración, sobre todo en un proceso de inserción laboral y social en ciudades, las personas deciden negar su lengua materna. 

“Esto tiene una explicación estructural, y se debe a la discriminación y racismo; hay que entender que la lengua materna se ha resguardado en el contexto más familiar, no necesariamente por no querer hablarlo, sino que el entorno obliga a aprender la lengua dominante, en este caso el español”. 

En 1930, el 16 por ciento de la población mexicana, mayor de cinco años, hablaba una lengua indígena; para el 2020, este porcentaje se redujo al 6.2 por ciento. 

En ese sentido Verónica Kugel coincide al puntualizar que es en las mismas comunidades donde más se pierde el uso de la lengua materna, siendo el principal creador de monolingüismo en este país la escuela. 

“Yo estoy de acuerdo que todos debemos hablar español porque es el idioma que nos une, pero el ser humano es capaz de ser bilingüe o trilingüe. El decirle a la gente indígena que para su progreso debe hablar español, termina provocando que crean que su lengua no sirve más que para ser discriminados, y decidan no enseñar a sus hijos su lengua materna”. 

Gastronomía y fiestas se preservan por sí solas  

Si bien existen aspectos culturales que requieren mayor activismo hay algunas otras que se preservan casi por sí solas, entre estos destacan elementos de la dieta que permanecen hoy en día y no es exclusiva de comunidades indígenas, como lo es la triada: maíz, chile y frijol. 

“Al arte culinario le nombramos gastronomía, y aunque no lo nombráramos, así se preservaría, porque permanece en la mesa de diario de todos los mexicanos, en la ciudad o el campo, con pobres o ricos”. 

Fiestas patronales, peregrinaciones y en general tradiciones y creencias religiosas son fenómenos que prevalecen e incluso aumentan con la participación económica de migrantes. 

“El hecho de que también las mujeres han asumido un papel activo en la vida pública de la comunidad, que a veces es por necesidad porque los hombres migraron o de forma natural, ayuda a que la unión en las comunidades siga fortalecida”. 

Gobierno trabaja para revertir la opinión de que lo indígena no vale  

Como subsecretaria de Patrimonio y Fomento Cultural en Hidalgo afirma que el discurso oficial en los últimos 15 años ha cambiado, al tener la consciencia de que se está perdiendo algo fundamental, y al dejar claro que el bienestar material es compatible con cualquier cultura. 

“Se están haciendo cosas en toda la administración pública para revertir la opinión de que lo indígena no vale, porque ya tenemos claro que no es así, estamos trabajando en pro de que las lenguas se utilicen en el espacio público y sean apreciadas”. 

Entre los esfuerzos de impulso cultural se encuentra la traducción en idiomas del estado, documentos de política pública y legislativos, como la Constitución Política del Estado de Hidalgo. 

Asimismo, la emisión de información con énfasis de los pueblos, gastronomía, culturas y lenguas indígenas a partir de las series mujeres indígenas destacadas, patrimonio biocultural, palabra antigua, entre otros proyectos. 

“Nunca es suficiente, pero creo que lo que se hace hoy impide que se pierda nuestra riqueza cultural, ese es nuestro deber. Invito a las personas a que aprendan una lengua indígena, porque es muy enriquecedor, ese sería un excelente propósito como hidalguenses”.   


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