Cuando se conoció la convocatoria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para postular candidato o candidata al gobierno de Hidalgo, pareció que la negociación definiría el proceso cuando estableció la convención de delegados para este fin, pero conforme se acercó la fecha en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) se percataron que de llegar, su secretaria general perdería con el alcalde de Mineral de la Reforma Israel Félix Soto.
Operaban en su favor tres estructuras la gubernamental, la del PRI estatal y la creada en torno a él, que llegarían con el 70 por ciento de delegados, por eso la decisión del CEN de atraer el proceso e imponer vía Acción Nacional (PAN) a Carolina Viggiano Austria, entre feroces ataques de Alejandro Moreno Cárdenas al gobernador Omar Fayad Meneses.
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Porque al manifestar su desacuerdo lo acusó de querer “entregar la plaza” al partido en el poder; ahora lo tratan de responsabilizar de la derrota, pero hubo otros factores de la caída vertical de Viggiano Austria en las preferencias electorales durante la campaña, con pésima operación política, equivocada estrategia de medios y desatención para sus estructuras.
El responsable es para muchos priistas el diputado federal Marco Antonio Mendoza Bustamante a quien acusan de no atender ni darle seguimiento a grupos y personajes que pudieron ser factor para dar la pelea, aunque en su favor consideran, fue coordinador de papel porque tuvieron mayor peso las opiniones de Rubén Moreira y de la candidata.
La imagen propagandística de Carolina Viggiano no fue la mejor a pesar del compromiso del estratega venezolano Juan José Rendón contratado por la dirigencia nacional de poner especial énfasis a Hidalgo, porque no logró mantener el crecimiento de precampaña y cayó hasta ubicar a Carolina Viggiano como la candidata priista a la gubernatura peor votada de los últimos 24 años.
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Manuel Ángel Núñez logró 53.4 por ciento del total de la votación; Miguel Ángel Osorio Chong, 54.2; Francisco Olvera Ruiz, 52.6 y Omar Fayad Meneses 41 por ciento, todos con padrón menor al actual de 2 millones 246 mil ciudadanos, pero Carolina Viggiano apenas logró 31.3 por ciento, mientras Julio Menchaca Salazar se convirtió en el candidato a gobernador más votado con el 61.5.
Ante ello el priismo se pregunta “que nos pasó” y culpar al gobernador, carecerá de valor si no ocupa algún cargo en el gobierno federal, además la forma en que fue impuesta, debió indicarle a Carolina Viggiano las condiciones que enfrentaría y su estrategia fue tan fallida que no convenció a toda la militancia y simpatizantes de los tres partidos que la postularon, como dijo mi amigo y reportero Rubicel Perales Salvador: venía a perder y lo único que logró fue ablandar el voto duro.