Los formadores de opinión cupular en este país expresan un sentir común en esta elección donde pocos están entusiasmados con las opciones en la contienda presidencial en un país aparentemente dividido a la mitad entre un candidato calificado como un “lunático” por un comentarista conservador y una candidata que un comentarista liberal dice que carece de gran sustancia y es incapaz de hacer una conexión humana con el electorado.
Que comentaristas influyentes que apoyan a los republicanos llamen al abanderado de ese partido Donald Trump un lunático y que simpatizantes liberales demócratas critiquen a Kamala Harris, la abanderada de su partido, como alguien sin gran empatía ofrecen un buen resumen de la dinámica de esta elección. La contienda brinda, una vez más, una opción entre el mal menor y lo peor. Las encuestas han sido consistentes en registrar que muchos votantes no tienen confianza y hasta deploran a la clase política en Washington, y una mayoría opina que los políticos no actúan en el mejor interés del pueblo.
Como resultado, ambos candidatos intentan proyectarse como “externos” al establishment político a pesar del hecho que uno es un ex presidente y la otra es la vicepresidenta actual de Estados Unidos. Con las elecciones a menos de un mes de distancia, ambos candidatos siguen enfocados en los 5 a 7 estados bautizados como “claves” que decidirán el resultado final, y sobre ese pequeño segmento de votantes que dicen que aun no saben por quien votarán.
La semana pasada el enfoque para ambas campañas fue el voto latino. Harris participó en una asamblea de votantes latinos organizada por Univision el jueves pasado en Nevada, uno de los estados claves, mientras que el candidato republicano a la vicepresidencia J.D. Vance se presentó en un foro de votantes latinos en Arizona, otro estado clave, Trump esta programado aparecer en una asamblea de latinos organizada por Univision en Florida esta semana.
Para Harris es cada vez más urgente buscar la forma de mejorar su apoyo entre los latinos. El presidente Joe Biden obtuvo 59 por ciento del voto latino en 2020, pero las encuestas ahora registran que Harris está por debajo de eso. “Creemos que si la elección fuese hoy, perderíamos en Nevada”, comentó un vocero del sindicato de trabajadores de la industria hotelera, gremio con enorme base latina y tal vez la organización pro Partido Demócrata más poderosa del estado, en entrevista con Politico la semana pasada. Eso sería una derrota enorme ya que los demócratas siempre han ganado el voto presidencial en Nevada gracias en gran medida al gremio con sede en Las Vegas, pero si los trabajadores hoteleros empiezan a abandonar a Harris o simplemente no participan, ella perderá el estado.
Los demócratas dicen estar confiados que recuperaran el apoyo mayoritario de latinos y el evento de Univision es parte de esa estrategia, junto con la compra de publicidad en español en ese estado en periódicos y espectaculares con mensajes de “Las Vegas está con los sindicatos…. ¡Vota con los demócratas!”
Pero los republicanos también están apostando que pueden ampliar su apoyo entre latinos. Aunque nadie espera que ganara una mayoría del voto latino, Trump obtuvo 36 por ciento del voto latino (un incremento de 28 por ciento que obtuvo en 2016) y según una nueva encuesta del New York Times, está logrando mantener y hasta mejorar ese apoyo a 37 por ciento, mientras que Harris es apoyada por 56 por ciento, por debajo del 62 por ciento que obtuvo Biden.
En Arizona, Vance declaró que “muchas madres, especialmente mujeres latinas en lugares como Arizona… están diciendo que no queremos que nuestros hijos jueguen en parques donde una bolsa de dulces realmente es fentanilo disfrazado”. Argumentó además que la inflación, precios de energía y problemas en la frontera están impactando más a latinos.
Pero los latinos no son el único indicador problemático para Harris. En Detroit, Michigan, ciudad con una población 80 por ciento afroestadunidense, varios organizadores están advirtiendo a la campaña de Harris que el entusiasmo por la demócrata esta disminuyendo, sobre todo entre hombres afroestadunidenses, reportó Politico.
Para buscar confrontar eso, la campaña ha despachado a varias figuras afroestadunidenses famosas, desde el legendario basquetbolista Magic Johnson, a varios legisladores federales y estrellas para impulsar la participación. Nadie duda que la gran mayoría en Detroit votará a favor de ella, pero vale recordar que fue la baja tasa de participación en Detroit que contribuyó al triunfo inesperado de Trump en Michigan contra Hillary Clinton en 2016 por solo un margen de unos 20 mil votos.
El mensaje central de la campaña demócrata en Michigan se ha enfocado sobre la amenaza que representa Trump contra los derechos de la mujer incluyendo el aborto.
Pero políticos locales han repetido a los medios nacionales que la economía es un tema más importante para votantes en ese estado y donde Trump es percibido mejor que Harris en ese rubro. A la vez, Michigan es el estado con una de las comunidades árabe-estadunidense más grandes del país, y donde la ira sobre el apoyo de Washington y el gobierno de Biden y Harris a la guerra de Israel en Gaza está llevando a un número significativo a decidir que no participarán en esta elección.
Cada semana nuevas encuestas registran que la contienda presidencial está en un empate técnico, con Harris con una ventaja dentro del margen de error.
Ante el empate, ambas campañas están buscando evitar cometer algún error a estas alturas del juego. Trump de repente insistió, por ejemplo, que no se opone al aborto y su esposa Melania acaba de publicar un libro que incluye una sección donde se proclama a favor del derecho al aborto.
Por su parte, Harris, con su capacitación de abogada, sigue evadiendo responder de manera directa a preguntas potencialmente controvertidas. Por ejemplo, en el evento de Univision el jueves, Ivette Castillo le dijo a Harris que su madre indocumentada acababa de fallecer, y agregó que “mi pregunta para usted es, ¿qué son sus planes para apoyar a ese subgrupo de inmigrantes quienes han estado aquí todas sus vidas, o la mayoría, pero que tienen que vivir y morir en las sombras?”. Harris, hija de inmigrantes, no respondió a la pregunta al darle la vuelta y atacar las posiciones de su contrincante.
Analistas políticos dicen que al reducirse el numero de votantes que decidirán esta contienda, es cada vez mas difícil pronosticar que ocurrirá el 5 de noviembre, el día de la elección. Solo 13 por ciento de votantes dicen que aun no han decidido como votar, según una nueva encuesta de Pew Research Center. Peor aun, según algunos cálculos, es probable que la elección será determinada por 6 por ciento de los votantes en seis de los estados claves, reporta Axios.
Por Jim Cason y David Brooks, corresponsales
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