En los dos primeros meses de este año en la zona metropolitana de Pachuca se han registrado varios acontecimientos violentos entre los que llaman la atención los sucedidos con diferencia de 38 días en la Colonia Militar y en Nopancalco que por sus características preocupan a la población, porque se termina el argumento de acontecimientos aislados por parte de las autoridades responsables de la seguridad pública en Hidalgo.
El 30 de enero sacudió a la sociedad el multi homicidio de seis jóvenes cuya cifra días después aumentó a siete en la Colonia Militar, que a la fecha sigue sin esclarecerse, solo la sospecha de que están involucrados grupos de delincuencia organizada porque de otra forma no puede entenderse y si bien sucedió en Mineral de la Reforma impactó directamente en los habitantes de la capital.
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Ahora el turno fue para la populosa zona de Nopancalco donde el miércoles aparecieron en una camioneta los cuerpos de una pareja que recibió varios impactos de bala y, un día después las autoridades policías y de procuración de justicia están desconcertadas porque se desconoce el móvil e incluso los nombres de las personas asesinadas, porque lo {único que saben es que fueron reportados por vecinos varios disparos de arma de fuego.
Mientras eso sucede al secretario de Seguridad Mauricio Delmar Saavedra, parece que como dice el refranero popular le “comieron la lengua los ratones”, porque no habla sobre estos casos, además ya no se le oye repetir que en Hidalgo no hay delincuencia organizada, pero es necesario que la Guardia Nacional destacada en el Polifórum José María Morelos salga por lo menos más a menudo a pasearse por Pachuca y los municipios conurbados.
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Algo tiene que hacerse en materia de seguridad pública entre los tres niveles de gobierno para preservar una relativa calma o intentar inhibir lo que se asegura son confrontaciones entre grupos delincuenciales, pero que alteran la tranquilidad de los ciudadanos comunes, porque la autoridades responsables no pueden solo guardar silencio.
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