Popocatépetl: descartan investigadores que actividad llegue a fase mayor

Con base al monitoreo que se realiza al Volcán Popocatépetl y gráficas históricas, investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM señalaron que la probabilidad de que la actividad del cráter continúe como ha sido antes, es mucho más alta a la probabilidad de que se acelere hacia una fase mayor.

El investigador emérito Servando de la Cruz dijo que actualmente se observa una reactivación del volcán. No es un fenómeno nuevo. El tipo de erupción que se está viendo, ha sido observado desde el tiempo de La Colonia. Se han registrado unas 13 veces actividad de este tipo con duración de hasta 40 años, explicó.

Agregó que el episodio actual se inició en 1994, después de uno similar en 1929 que terminó en 1927. Si bien no se pueden hacer pronósticos de largo plazo, si se pueden realizar a corto plazo, y esa es la razón por la cual el Comité Científico de evaluación de la situación, está en sesión permanente y continuamente se está haciendo el análisis de los datos que arroja el monitoreo del coloso.

En conferencia de prensa, dijo que todo indica que es mayor la probabilidad de que la evolución de la actividad actual se mantenga más parecida a lo que se ha visto en los últimos 27 años, a que se desarrolle una de mayor nivel. No obstante, los investigadores se mantienen atentos al desempeño del Popocatépetl.

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Ana Lilian Martin del Pozzo, también investigadora del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geología, apuntó que es muy alta la posibilidad de que en junio y julio, la ceniza del volcán llegue a la ciudad de México por la dirección del viento. Preciso que ese material afecta ojos, garganta, el sistema respiratorio y puede causar irritación en la piel.

Carlo Valdez González, también adscrito al Instituto de Geología, hizo una serie de recomendaciones ante la caída de ceniza, como la de usar cubrebocas, cerrar puertas, ventanas y depósitos de agua. Recogerla de patios y techos, porque con el agua se puede hacer una pasta que entorpece el flujo del drenaje. En caso de que caiga en los ojos, no tallarlos porque provoca irritación, sino quitarla con agua.

La Jornada