Garlito
El buen periodista debe ser ante todo, buena persona. El reportero tiene una clara intencionalidad, estética y periodística, se precia de lo literario en medio de la realidad. El reportero debe ser un gran observador, esa es la clave del oficio. A escribir se aprende escribiendo y leyendo a los mejores. Viejos consejos en redacciones de periódicos, cuando la matraca de las máquinas de escribir era una dulce melodía; los tiempos cambiaron ahora ser reportero implica muchos riesgos y responsabilidades, sobre todo si se atiende al primer punto de estos sabios consejos.
Reporteando
Había una vez una tierra prometida, meta de todo esfuerzo y dedicación; reconocimiento al trabajo pero más aún, a la sagacidad; una medalla invisible que se buscaba en los tiempos de difícil comunicación y por lo tanto, de solo algunos; la de ocho, era la coronación a la lucha cotidiana, sí, la de ocho columnas, cuando la noticia y prensa competían entre sí, en el mejor juego de la comunicación y se comprobaba al llevarse la primera plana, la de ocho; en una, -siempre creí yo-, competencia sana entre medios y colegas, una incluso disputa ideológica, siempre reconociendo que el gremio reporteril, es uno de los más singulares y difíciles, hoy la nueva comunicación, tecnologías, propuestas y audiencias, han enriquecido una de las profesiones más nobles, el periodismo.
Los peligros se incrementan, siempre fueron los guaruras o agentes de Gobernación intransigentes, (orejas), los mismos políticos cuestionados, la policía corrupta, algún delincuentillo enfadado. Después fueron las agresiones directas, el crimen organizado y autoridades ineptas; recordar a los compañeros asesinados por su labor, demuestra que es un oficio peligroso, igual que en China, Egipto o Irak, México y su periodismo están en la indefensión, más aún los de la primera línea, fotógrafos, camarógrafos, reporteros; es un oficio peliagudo y ahora con el invisible enemigo de todos, también indefensos ante el Covid-19.
Chacaleo
Ante la pandemia, agrado causa observar a uno de los gremios más activos y conscientes de la unidad necesaria para trabajar en cada uno de sus medios, cumpliendo cada cual con su labor, observar a los compañeros esforzándose para que todos tengan las mismas condiciones y así cumplir la función social del periodismo, dar voz a todos y mostrar los hechos, terminaron los tiempos de canonjías y complicidades periodísticas, supongo.
El gobierno estatal entregó a periodistas de la primera línea de todo el estado, reporteros, fotógrafos, camarógrafos, un paquete de seguridad personal para poder efectuar su oficio, sin riesgo de contagio de coronavirus, reconocimiento de la autoridad y de los mismos periodistas.
Son tiempos de unión y competencia aún más sana y profesional; la autoridad estatal otorga el lugar que se merecen los periodistas y éstos con agrado, se ven como una agrupación de profesionales de la comunicación al servicio de la sociedad, por lo cual nos congratulamos. Enhorabuena¡¡¡¡¡
#Quédate en casa.
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