Mariano Jesús Arriaga Franco y Emma Hernández Montiel pidieron investigar la verdadera causa que provocó la muerte a su hijo, Mariano Jesús Arriaga Hernández, ocurrida la madrugada del pasado 11 de mayo en la celda 8 de barandilla en Tulancingo.
En entrevista con La Jornada Hidalgo, los padres relataron que fue por medio de un conocido suyo en la funeraria encargada de prestar el servicio de necrocomio al Ministerio Público en Tulancingo, que supieron del fallecimiento de su hijo y acudieron a reconocer el cuerpo.
Durante la mañana del 11 de mayo, al no llegar a dormir Mariano al domicilio donde vivía con sus padres -del que salió la noche del 10 de mayo, tras el festejo del Día de la Madres- y no contestar los mensajes y llamadas telefónicas, fue buscado enseguida por sus familiares.
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En la búsqueda resalta un hecho que contaron los padres a este medio de comunicación, que un miembro de la familia esa misma mañana acudió a barandillas, donde le dijeron que no había ningún joven detenido con las características de Mariano.
Según la boleta de ingreso de la policía municipal a la que tuvo acceso este medio de comunicación, un masculino fue ingresado a barandilla a las 23:30 horas, en calidad de desconocido, por el motivo “resguardo de su integridad física”, luego de que en la calle Doria, entre Colegio Militar y Molino del Rey, se atravesó sin precaución en los vehículos que iban circulando, aparentemente “intoxicado”.
Por otra parte, el certificado de integridad física de ingreso a barandilla expedido por la médico de guardia especifica que el sujeto estaba “no cooperador, agitado, con múltiples lesiones en extremidades superiores, se verifica en su celda pupilas midriáticas”.
“Se encontraba con los candados de mano, ya que estaba bastante violento y agresivo, tratando de golpearse en múltiples ocasiones contra la pared y la reja, por lo que, con el apoyo de los policías, se le quitan y colocan nuevamente los candados de manera correcta sentándolo en el piso y entrelazando sus brazos hacia la reja para reducción de sus movimientos y evitar que se lastimara a sí mismo, colocando una cobija en la parte trasera de su cabeza para evitar que se hiciera daño”, describe el policía asignado al servicio de central de radio y guardia del cuartel.
El elemento de seguridad también narró que el hombre se azotaba contra el piso y la plancha de concreto, “estuve observando constantemente su comportamiento”, dijo.
El guardia indicó que al terminar una llamada telefónica se percató de que el masculino ya no hacía ruido, por lo que hace otra llamada para informar sobre una alarma activa en un establecimiento y al llegar a la celda, a las 2:52 horas, observa al hombre inconsciente, por lo que le retiraron los candados de manos y pidieron apoyo de una unidad de emergencia; un paramédico confirmó que el detenido ya no tenía signos vitales.
Sin embargo, a dos semanas de este fallecimiento, hecho por el cual se inició la carpeta de investigación 18-2023-02334, la familia Arriaga Hernández no ve un avance en el esclarecimiento de la muerte de su ser querido.
El acta de defunción señala que la causa de la muerte en barandilla de Mariano Jesús Arriaga Hernández fue miocardiopatía isquémica y el tipo de defunción fue accidental o violenta. “No sabemos si el infarto lo provocaron los golpes”, expresó el padre.
“Se tiene el parte de que lo subieron a la patrulla y el parte de las personas que lo recibieron en barandilla, se supone que ya tendríamos que tener video, audios, el video de la calle donde lo detuvieron y no hay nada de eso”.
Emma Hernández indicó que en el reconocimiento del cuerpo su hijo tenía desgarradas las muñecas de las manos, golpes en el cuerpo menos en la cabeza, situación que les parece contradictoria, ya que los uniformados aseguraron que el masculino se azotaba contra las rejas.
“Mi hijo no estaba enfermo. Debido a los golpes que le propinaron, yo pienso que esa fue la causa que le ocasionó el infarto, porque iba muy golpeado y porque todavía le pusieron la rodilla en el pecho arriba de la camioneta, hay gente que lo vio, lo siguieron golpeando”, aseguraron los padres de Mariano.
“Pedimos que se llegue al fondo de todo esto, no es justo, nosotros como padres estamos muy dolidos, nos sentimos impotentes, inseguros; si la policía está para cuidar a la ciudadanía, ¿por qué actúan con tanta brutalidad?”, expresó la madre del fallecido de oficio vidriero y quien era padre de dos niños.
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Aplican retoques en barandilla
Luego de la muerte de una persona en barandilla el pasado 11 de mayo, el ayuntamiento de Tulancingo informó esta semana que la dirección de Mantenimiento Urbano realizó labores al interior del cuartel de Seguridad Pública.
En un comunicado, en que se recalcó que es un plan de mejora instruido por el presidente municipal, Jorge Márquez Alvarado, se especifica: “En lo que confiere a pintura, se enfatizó la parte frontal del edificio, la cual ya presentaba desgaste incluyendo la señalética y en este contexto se aplican retoques”.
De igual forma, el ayuntamiento dio a conocer que para atender la recomendación de Derechos Humanos, se edificaron dos planchas, en el área de retención femenil, a fin de cumplir lineamientos durante la estancia de mujeres.
“En otras acciones también se incluyó mantenimiento de losetas que fungen como piso, toda vez que en algunas partes registraban movimientos e inestabilidad”, se detalla en el boletín de prensa.
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