Si en algo han incumplido los presidentes de Pachuca y Mineral de la Reforma, es en la atención a los miles de baches que inundan las calles de ambos municipios, que comparten límites entre sí y problemas comunes como la inseguridad, la falta de alumbrado público y… los hoyancos en calles y avenidas.
Jorge Reyes Hernández, que intenta a toda costa congraciarse con la ciudadanía en la pretensión de ir por más espacios de poder público, al amparo de la Cuarta Transformación, no ha podido con este problema que genera ya no incomodidad sino indignación ciudadana, que son las calles en pésimo estado.
Eduardo Medécigo Rubio, es nada más y nada menos que el presidente de la Asociación de Municipios del estado, esa figura que se le creó a Israel Félix Soto, con el propósito de apuntalarlo, sin éxito, como el “delfín” del entonces primer priista, para sucederlo en el poder.
Tampoco ha podido resolver del todo el problema de los baches.
Ambos alcaldes pretextan que no hay dinero que alcance para resolver un problema que les dejaron los gobiernos del pasado, los neoliberales y que ellos hacen hasta lo imposible por atender las demandas de la ciudadanía, esa que le dio su confianza en las urnas, desplazando a los candidatos del partido que por más de 90 años gobernó nuestro estado.
Decía en su momento un ex alcalde, de finales de los 60 (Don Darío Pérez González), que la principal responsabilidad de un presidente municipal es brindar servicios a sus gobernados: agua potable, drenaje, servicio de recolección de basura, alumbrado público, seguridad, calles en buen estado, mercados en óptimas condiciones.
Y esa premisa no ha perdido vigencia, pero los nuevos políticos, prefieren mirar a sus redes sociales, a sus niveles de popularidad, en el entendido que, si se ven bien en las redes, pueden aspirar a más espacios de poder, una diputación, una senaduría o, por qué no, hasta la gubernatura de Hidalgo.
En las redes sociales circula un video en el que una persona que en apariencia es el presidente municipal de Toluca, capital del Estado de México, se refiere a los baches de manera que podría ser una broma, si es que no es cierto.
Dice que en su municipio hay 8 mil 900 baches y espera que las lluvias de junio, julio, agosto y septiembre, los castiguen más para que haya más “baches inteligentes”, que se convierten en “reductores de velocidad” y permiten la “peatonización”, pues su presencia favorece la movilidad de los peatones sin peligro de ser arrollados por los vehículos.
Ojalá esta idea, falsa o verdadera, no sea pretexto de nuestros presidentes de Pachuca y Mineral de la Reforma, para copiar la fórmula.
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crs
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