Osos memorables que dan consuelo al corazón

Brenda Beatriz Corona Rosas recibe prendas de quienes han fallecido, las corta para dar forma a unas orejas, unas manitas y unos bracitos que rellena con “guata”, lo que se convierte en un oso memorable que servirá de consuelo a la familia.

Todo comenzó en pandemia, cuando la joven que radica en Tulancingo se quedó sin trabajo como promotora de una empresa de telefonía celular, “siempre me han gustado las manualidades, vi que en Tijuana un joven hacía estos osos, yo aquí no los había visto”.

Con una máquina que le pidió prestada a su mamá, Brenda Beatriz -que desde pequeña aprendió a coser- confeccionó el emprendimiento que hoy forma parte de la resiliencia de muchas personas.

“Imprimí los moldes, hice un osito y sí me quedó, me gustó, ese mismo día creé mi página sin saber si iba a funcionar o no. Mis primeras clientas fueron ropita de un bebé que había fallecido, seis ositos, y de otro pequeñito dos más, y con eso empecé”, contó a La Jornada Hidalgo.

Con ganancias compra dos máquinas de coser

“Empecé a publicar en Pachuca, Sahagún, Apan, Tizayuca, Huauchinango, en muchos lugares. Hemos enviado a Estados Unidos y clientes de aquí se llevaron unos ositos a Europa”, refirió.

Con su emprendimiento logró comprar dos máquinas de coser y estar en los puntos de venta Bugambilia Showroom, en Pachuca, y centro Unidas Somos Más Fuertes Showroom, en Tulancingo.

Si bien este tipo de osos incrementó por las muertes a causa del covid, los siguen pidiendo, comentó, ya que no solo es exclusivo para sentir cerca a personas que fallecen, sino también para recordar momentos significativos.

Tal es el caso de una graduación, donde el oso memorable se elabora con el uniforme.

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Cada oso toca las fibras sensibles de la creadora

“Casi no veo a mis clientes porque se dirigen a los puntos de venta, yo paso por las prendas que trabajo en casa, pero me escriben después de que recibieron su osito, me agradecen por haber formado parte de un recuerdo para ellos.

“Dicen que todos somos energía y prendas que pertenecieron a una persona que ya no está aquí de cierto modo todavía conservan un poco de su esencia. Por ejemplo, llegan prendas de personas accidentadas, ‘está rota porque falleció en un accidente y se la quitaron en ese momento y la rompieron’, me escriben”.

Y confiesa, “el hecho de trabajar con las prendas me pone triste, me dan ganas de llorar. Me han recomendado platicarles ‘voy a trabajar tus prendas para llevarles un recuerdo bonito a tu familia, todo con mucho respeto’, y eso hago”.

Romper apegos

“Una persona que llevaba 14 años conservando prendas de su papá no sabía qué hacer con ellas, cómo desprenderse, y me escribió, eran pantalones de vestir y unas camisas, hizo ositos para la familia cercana, no las querían tirar ni tampoco regalar”, narró.

Sin embargo, Brenda Beatriz añadió que las personas deben tomar el oso memorable como lo que es, un bonito recuerdo para sentir a la persona cerca, para confortar el dolor, pero “hay que soltar”, dijo.

“Hice unos ositos para una psicóloga de Sahagún y dije ‘si ya lo pidió una psicóloga, es porque sí ayuda a la persona’”.

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Un oso dedicado a su angelito

Si alguien sabe de un duelo por la pérdida de un ser querido es ella, “un bebé que perdí hace siete meses”, y que para poder sentirlo hizo un osito con la ropita que ya había comprado para su hijo.

“Se iba a llamar Luis Ángel como su papá, tenía ocho meses de gestación. Ahora comprendo más a los clientes que es difícil desprenderse de las prendas cuando fallece un familiar”.

Brenda Beatriz ha perdido la cuenta de cuántos ositos ha elaborado en los cuales suele llevar un tiempo de cuatro a seis días de entrega. Son de diferentes tamaños, desde uno en forma de llavero hasta de un metro. También con prendas de mascotas, por lo regular de perritos.

Ayuda a mucha gente

Los días con más carga de trabajo en la elaboración de ositos memorables son Día de las Madres, Día del Padre y Navidad, “me han pedido ositos de Día del Niño con pijamas que usaban o que eran sus prendas favoritas o la frazada”.

En la elaboración de estos ositos, además de que la fabricante recupera detalles significativos de la prenda, añade una tarjeta con la frase: “Esta prenda la solía usar, ¿recuerdas? Cada que me abraces quiero que sepas que aquí estoy”.

Puede llevar un texto bordado en la pancita y un audio personalizado de 30 segundos máximo, ya sea una parte de canción o algún mensaje de la persona que falleció que se guarde en WhatsApp.

Y así, de esta manera, Brenda Beatriz concluye: “Siento que ayudo mucho a la gente, me encanta mi trabajo”.