El gobernador Omar Fayad reveló que recibió una deuda registrada ante Hacienda por 5 mil 700 millones de pesos, de los cuales logró pagar más de 1 mil 200 millones y sus intereses, con lo que disminuyó el pasivo a 4 mil 500 millones de pesos.
Durante su intervención en la ceremonia de entrega de distintivos de Pueblos con Sabor, el mandatario hidalguense señaló que sorprenderá al equipo de transición de Julio Menchaca no solo con la disminución de la deuda registrada, sino con los adeudos y pasivos, que sumaban 9 mil 500 millones de pesos para proveedores y mil 900 millones de pesos al ISSSTE, derivados de los actos de corrupción hallados anteriormente en el administrativo de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH).
Expuso que el único pasivo que dejará será precisamente el del ISSSTE, que a lo largo de los años se ha elevado a 3 mil millones de pesos, pero que es posible dejar “amarrado al pago”, que podría negociarse con la venta o negociación de la reserva territorial con que se cuenta en la región del Valle de Tizayuca, en Zempoala y Zapotlán, la cual es un patrimonio inmobiliario que se reservó en espera de construir el aeropuerto internacional que ya no se hizo realidad.
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Con esta reserva, explicó, se pagaría el pasivo, si el ISSSTE lo recibe, o se vende para el pago del adeudo o se negocia con la federación, a fin de no heredar esa preocupación al gobierno entrante.
El mandatario adelantó que en su último informe de gobierno demostrará, con indicadores, que Pachuca, la región metropolitana e Hidalgo se transformaron, anotando que logró disminuir la pobreza en siete puntos porcentuales, destacando que recibió el estado con una calificación económica en AA negativa y lo entregará con AAA estable.
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Subraya logros económicos
Por otra parte, el gobernador Omar Fayad aprovechó para dar cuenta de los logros económicos de su administración, que, afirma, dejará un reto al gobierno entrante.
Dijo que esperará con paciencia el juicio de la historia al destacar obras públicas y proyectos de su gobierno contra los cuales ha habido críticas de “mentes mezquinas” que no permiten que las grandes cosas sucedan.
Ejemplificó que Pachuca, con la serie de puentes, vialidades, iluminación y movilidad actuales, refleja “las ganas de cambiar y transformar la realidad de una ciudad que hace seis años aún era considerada pueblo chico”.
Defendió la inversión en la imagen de la capital hidalguense: “si queremos proyectar modernidad, desarrollo y llamar la atención, había que transformar Pachuca”.
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