El conversatorio la “La Odisea de la labor editorial en el Valle del Mezquital”, realizado por el Centro Cultural Regional del Valle del Mezquital, comparte la trayectoria del escritor Jorge Antonio García Pérez.
Teniendo como profesión la docencia, Jorge García se inició en la escritura con textos adaptados para el teatro, posteriormente, al tomar talleres literarios, surge su participación en “El cuento” con “La historia del niño serpiente” y “La flaca que se llevó el viento”.
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Sus primeras publicaciones eran hojas impresas en máquina de escribir encuadernadas, junto a trabajo de otros autores, además, las ilustraciones eran creaciones del propio escritor, por serigrafía y otras técnicas.
“El que quiere escribir debe tener la necesaria humildad para admitir que no sabe todo, y que, a través de la preparación constante, el talento y la persistencia se logran las metas”
expresó el escritor originario de Progreso de Obregón.
A lo largo de su trayectoria ha publicado la colección de seis libros de cuentos, una novela, seis libros de poesía, y más textos para teatro y leyendas.
“Las letras son la memoria del mundo, por eso es por lo que hay que escribir libros, para que las generaciones presentes y futuras conozcan todo lo que existe y lo que se puede crear a partir de la imaginación”.
Jorge Antonio García consideró como una odisea la labor de todo escritor al encontrar una casa editorial, no obstante, reiteró que las oportunidades se trabajan para lograr concretar la publicación de una obra.
Detalló que una manera de lograr publicar un libro, aunado al trabajo constantes, es con la participación en convocatorias editoriales públicas o privadas, así como el acercamiento a editoriales independientes.
“Camino Birikuta”, “Ayelen y los conejos de colores”, “Amor entre letras”, “El Circo Tititipulga”, “Sheila, semáforo de medianoche” y “Los pájaros duermen en el suelo”, son algunas de las publicaciones del escritor que han participado en ferias nacionales e internacionales del libro.
“Yo sé que son importantes los libros, pero son más importantes las personas, y cuando las personas tienen el valor de encontrarse con un libro y con las voces humanas que están dentro él, ocurre la maravilla de la lectura”.
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