No a las medias tintas, nada de zigzaguear

Zigzaguear podríamos definirle como el tomar un camino que no lleva a un destino de manera directa, sino que quien lo transita debe moverse de la línea y regresar a ella de manera continuamente con el riesgo, en política, de que algún día se olvide del trayecto.

En Hidalgo mucho se ha hablado últimamente sobre los resultados electorales de morena del año 2020 para justificar la incursión y adhesión de personajes, grupos políticos y empresariales en la coalición progresista de cara a los comicios del año 2024. Resultados que para algunos son un “claro” indicador de que nuestro estado se movió hacia el centro político; desde donde, erróneamente, creen, deducen y aseguran que es necesario matizar la línea política que sigue la Cuarta Transformación; aunque lo que se omite mencionar, es que el centro, en la práctica, es el regreso del PAN y del PRI.

Pero hay de algo de lo que no se habla –o no se quiere hablar–, y es sobre el postulado del presidente López Obrador sobre no zigzaguear en tiempos de definiciones; menciono esto ya que para algunos no parece quedar claro que los coqueteos con quienes han financiado a grupos opositores a la Cuarta Transformación es un completo despropósito.

En nuestra entidad, las clases medias y otros sectores no necesariamente representan al movimiento popular de millones de mexicanos que en mayoría se han definido en apoyar el proyecto que encabeza al presidente López Obrador, es decir, la izquierda progresista y la derecha conservadora son dos ideologías políticas diametralmente opuestas, que no pueden cohabitar por tener identidades y objetivos totalmente antagónicos. Misma derecha que esta al acecho de los errores coyunturales que se pudieran cometer para denostar, calumniar y desgastar de manera sistemática.

Prohibido irse al centro, una cosa es gobernar para todas y todos, y otra muy distinta ser socio de la oligarquía. Zigzaguear –programáticamente hablando– no es posible en un estado donde lo que requerimos son de definiciones políticas para poder consolidar el proyecto de la Cuarta Transformación.

Recordemos y tengamos claro que en nuestro movimiento quien manda es el pueblo politizado, consciente y movilizado, ese mismo pueblo que nos ha demostrado que hay candidaturas que desmovilizan y otras que por sí mismas, entusiasman.

Por Dino Madrid