Limpias, veladoras y rituales para la salud son los servicios más solicitados en el Mercado Sonorita que a casi once meses de pandemia también experimenta los estragos por el Covid 19.
Tal es la intensidad de la crisis, que están a punto de solicitar apoyo de sus seguidores para continuar subsistiendo.
Ubicado en la Calle 8 de la colonia Plutarco Elías Calles, los fieles se reúnen para solicitar los favores a la Niña Blanca o Santa Muerte que desde hace 24 años se ubica en este lugar, construido para la veneración y el culto.
Le piden salud a la Santa Muerte
A diferencia de otros años, durante los últimos meses los favores solicitados se centraron en salud, informó Guillermo Martín Jiménez, encargado de santuario y del mercado.
En entrevista explicó, que si bien la afluencia de fieles bajó en más de un 50 por ciento, quienes asisten son personas que acuden a prender veladoras para pedir por la salud de familiares e incluso rituales para protegerse.
Pandemia cambió dinámica del santuario
Con más de 26 mil 450 contagios confirmados de Covid 19 y 4 mil 270 fallecimientos en Hidalgo, confirmó que la pandemia cambió la dinámica del santuario y del mercado.
En 2020, además de la baja asistencia, las autoridades no permitieron que se llevara a cabo el aniversario en noviembre, ni la caminata anual para la veneración.
A casi once meses de que iniciara el primer periodo de confinamiento y en medio del segundo, el encargado expresó que los gastos que se generan están creciendo y los apoyos son mínimos.
“El santuario se mantiene de las aportaciones de la gente que viene. De ahí se paga la luz, el agua y los servicios, pero como bajaron mucho, estamos a punto de pedirles que nos apoyen para sostenerlo”
Guillermo Martín Jiménez, responsable del santuario.
Y anticipó que de seguir el confinamiento por la pandemia en marzo, se verán obligados a “pedir directamente a los creyentes de la Santísima muerte algún tipo de aportaciones o donaciones”, porque la condición es compleja.
Para Guillermo Martín Jiménez, el crecimiento de los fieles a este culto creció durante los últimos años y en 2017 se vio un punto mayor, pues en promedio recibieron hasta 300 personas en fines de semana que acudían a cultivar su credo.
A unos pasos en la misma colonia en la iglesia Pentecostés Independiente, este domingo también con sana distancia se oraba por la finalización de la pandemia.
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