MOVILIDAD Y CONECTIVIDAD – lajornada-hidalgo-prod

Garlito

Difícil es organizar lo que desde sus orígenes es resultado de un caos de crecimiento, nula planeación y una urbanización deficiente, que en vez de ofrecer alternativas las reduce; en el estado de Hidalgo, el caos urbano, suburbano y rural es palpable al mirar cualquier poblado, cabecera municipal o ciudad de cualquier región; evidente es que las autoridades municipales, desconocen absolutamente sobre estrategias de crecimiento territorial y poblacional ordenado, de las mínimas herramientas estéticas para embellecer nuestro entorno y crear pertenencia, apego, amor por su poblado, ciudad, colonia; intentar embellecer nuestro entorno, rural o urbano, organizar a la población y mejorar las condiciones de vida, es aspirar a ciudades sostenibles, amigables, humanistas, es construir futuro.

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Primera

Ya en ciudades como Ixmiquilpan, Tula, Tepeji del Río, Tizayuca, Huejutla, el caos urbano es una característica específica de cada una, todas con tráfico vehicular estrambótico, todas ya con una incipiente pero amenazante zona conurbada, que sino se planea se convertirán en planchas de asfalto y cemento, en Tulancingo y Pachuca, el daño ya está hecho y se requiere de una verdadera estrategia para tratar de hacerlas amigables a sus habitantes, transitables, seguras, intentar ciudades sostenibles; la propuesta de Ley de Imagen Urbana abre la posibilidad de enmendar el camino, mejorar el ya andado y proponer nuevas rutas de crecimiento, donde el ser humano sea beneficiado, donde el bienestar y felicidad de las personas sea el objetivo de las conglomeraciones humanas; para los municipios en crecimiento una pauta para no cometer los errores de otros, para no perder su personalidad en aras de una modernidad uniformadora y una imagen superflua, gasolineras o tiendas de conveniencia, en lugar de estampas tradicionales rurales que conserven la verdadera esencia de cada población; ordenar, limpiar, escombrar, ventilar, dar un nuevo rostro a nuestros hogares que reflejen los tiempos de transformación.

La capital del estado, Pachuca la Bella Airosa y sus ciudadanos, enfrentan un problema que demuestra la falta de planeación urbana, la nula estética y la privatización de espacios públicos, difícilmente contamos con las condiciones de aspirar a una ciudad sostenible y sustentable, las áreas verdes, parques y jardines fueron amenazados de muerte, el pachuqueño ocupa demasiado tiempo en trasladarse de sus hogares a trabajos o escuelas, requiere de transbordar hasta cuatro veces para llegar a su destino, desperdicia mucho tiempo en viajar, entre una o dos horas, por lo tanto las emisiones de CO2 son altas, el cambio climático es palpable en esta ciudad y no alcanzamos a satisfacer nuestras propias necesidades sin la ayuda de terceros; la propuesta de ley sobre imagen urbana, es buen principio para rescatar o resarcir daños de administraciones anteriores que no querían a su pueblo pero si el presupuesto, con obras de relumbrón y categóricamente deficientes, solo sirvieron para sustraer dineros, esa sí una actividad profesionalizada.

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Reversa

La problemática de la zona conurbada de Pachuca, es claro ejemplo cuando crecen sin orden los municipios, se crean monstruos de asfalto, kilómetros y kilómetros de casas, comercios, fraccionamientos, alejando cada vez más a los ciudadanos de los centros de empleo, de hospitales y escuelas, el páramo calcinante que es prácticamente toda la ciudad, ahogada por falta de árboles, flores y sombra, existe una red de transporte colectivo de combis, hacia el sur de la ciudad, barrios altos y municipios vecinos, que nada contribuyen a un plan de transporte moderno, eficiente y rápido, como originalmente se intentó; asimismo los mismos usuarios desconocen como acomodarse en el interior de las unidades, el Proyecto Regional de Movilidad Urbana de la Zona Metropolitana de Pachuca, puede y debe perfeccionarse, servicio de suma importancia requiere de análisis de viabilidad, eficiencia en la conectividad y movilidad.

El Tuzobús pese a todas sus carencias es el proyecto de movilidad más ambicioso, si consideramos que muchos años atrás cuando los camiones urbanos y los primeros colectivos eran verdaderas chatarras rodantes y los choferes abusadores del pasaje que sufría desde vejaciones y la tortura de escuchar música de baja calidad, costumbre que continua ahora en las pantallas de los buses donde una cadena televisiva desinforma y propone música que en ocasiones es agresiva y contra las mujeres, ese espacio se podría utilizar con mensajes positivos de convivencia, respeto, urbanidad, tratar de ser mejores ciudadanos y hacer de la ciudad una amigable y vivible; entre movilidad y conectividad eficiente, ordenamiento territorial y colocar al ser humano y su felicidad como el objetivo principal de las ciudades con pertenencia, parece otra utopía donde todos debemos participar y mejorar nuestro hogar.