Sumidos en la incertidumbre se encuentran quienes compitieron por uno de los 70 espacios en el Consejo Político Estatal de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) dada la opacidad con la que se maneja la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) que no ha dado a conocer los resultados oficiales ni el número de impugnaciones de quienes acusaron prácticas antidemocráticas el 30 de julio.
Si bien esta anunciado el congreso para el 27 y 28 de agosto, el temor de quienes lograron las primeras posiciones es que los “bajen” conforme el anuncio del dirigente nacional Mario Delgado Carrillo, pero sobre todo de quienes aplicaron el voto corporativo como presidentes municipales y en particular el Clan Universitario de Gerardo Sosa Castelán, que logró alrededor de 12 posiciones.
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Serán entre 10 y 15 aspirantes a consejeros lo que serían sustituidos, aunque el método y los criterios no están claros, pero tendrán que solicitar la opinión del gobernador electo Julio Menchaca Salazar que pese al respeto que mantuvo sobre el proceso no puede estar ajeno, ya que el partido será importante para respaldar su proyecto porque es necesario que opere con institucionalidad y no caiga en manos de cabilas.
Morena ha sido en Hidalgo una masa amorfa por las disputas intestinas y la carencia desde 2018 de una dirigencia legal, formal y con autoridad moral, tanto que hubo grupos que operaron en contra de la campaña para gobernador de Julio Menchaca o por lo menos no movieron un dedo para respaldarlo y llevarle más votos, aunque los que logró fueron más que suficientes.
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Por lo pronto los días pasan y tampoco puede darse un conflicto mayor en el congreso morenista cuando está tan cerca el inicio del histórico gobierno que iniciará el 5 de septiembre con un respaldo popular sin precedente que se reflejó en las urnas el 5 de junio que se tradujo en un triunfo por una diferencia de 350 mil votos y aplicó el 2 a 1.