Conforme se acerca el proceso para renovar el Poder Ejecutivo, se intensifican las campañas de posicionamiento de los aspirantes a candidatos de todos los partidos y en Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) la competencia se tensa conforme las encuestas le siguen dando ventaja al tiempo que presentan ajustes en la preferencia sobre los posibles.
Así se desató el fuego amigo y enemigo en contra del senador Julio Menchaca Salazar, con denuncias en su contra; lo acusan de aliarse al Clan Universitario, lo que parece ilógico si se considera que en 2017 se negó a cederle la candidatura a Gerardo Sosa Castelán y cuestionan su “buena relación” con el gobernador Omar Fayad Meneses.
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Sus detractores aseguran perdió fuerza por el apoyo de Ricardo Monreal Ávila a quien el presidente le envió a Olga Sánchez Cordero como contrapeso, que lejos de perjudicarlo lo fortalece por su añeja amistad con la ex secretaria de Gobernación, que como magistrada visitó la entidad cuando el senador fue presidente del Poder Judicial.
Mientras Abraham Mendoza Zenteno delegado de Bienestar es criticado por el reparto de tarjetas de presentación en las jornadas de vacunación contra Covid-19 como parte de su posicionamiento y sus detractores estiman que sus posibilidades descendieron con la salida de Gabriel García Hernández como coordinador de programas federales, pero se mantiene en la lista con posibilidades reales.
Quien busca utilizar como plataforma su coordinación en la 65 Legislatura local es Francisco Berganza Escorza que desfilado antes por tres partidos (PRI, PAN y MC) a quien le atribuyen ser alfil del Clan Sosa y de que sería un candidato frágil por sus antecedentes, además que si bien presume su popularidad las encuestas le dan alto porcentaje de negativos, además de que en algunos sectores morenistas lo consideran oportunista.
En la guerra sucia, se reprueba que el diputado federal por Tula Cuauhtémoc Ochoa Fernández, renuncie al Verde Ecologista de México (PVEM) para afiliarse a Morena y aumentar sus posibilidades de ser candidato a gobernador, porque hoy depende de las negociaciones entre las dirigencias nacionales, para encabezar otra potencial coalición.
Y hay quien no pierde la esperanza de ser opción como el ex candidato por Pachuca, Pablo Vargas González, dedicado a formar comités de defensa de la 4T y el dos veces ex diputado federal por el Sol Azteca Francisco Patiño Cardona y la presidenta municipal de Tizayuca, Susana Ángeles Quezada, además Damián Sosa Castelán y Lidia García Anaya, representantes del Clan Universitario.
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