Hasta ahora, las tendencias electorales favorecen al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) rumbo a las elecciones del próximo 2 de junio, pero podría sufrir serios descalabros si los encargados de definir a los candidatos especialmente a diputados locales y presidentes municipales, no “tejen fino” y evitan eventuales fracturas.
El método de las encuestas que utiliza ese partido para definir a sus abanderados, ha sido puesto en duda por quienes aspiran sobre todo a ser candidatos a presidentes municipales, pues consideran que sólo sirven para legitimar a quien desde la dirigencia estatal sea palomeado previamente.
Es decir, las encuestas están manipuladas y eso hace temer a quienes consideran tener los méritos suficientes que los desplacen desde la cúpula partidista para imponer a quien se decida a manera de dedazo.
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Hasta ahora, se sabe, en 64 de los 84 municipios se ha acordado aplicar el método de encuestas, que han sido aceptadas por los aspirantes en cada localidad, aunque todavía falta esperar la decisión de los tribunales electorales con respecto de las acciones afirmativas en favor de las mujeres, para que en 21 municipios, los partidos políticos postulen sólo mujeres como candidatas, para así darles oportunidad de acceder a los cargos de elección popular, especialmente en aquellos municipios donde desde hace muchos años o nunca ha gobernado una mujer.
La tarea que tiene la dirigencia estatal no es fácil, pues primero tendrá que conciliar con los fundadores de Morena y con los “rostros nuevos” que pretende impulsar, para que quien resulte ganador de la encuesta no sólo cuente con las tendencias del partido a su favor, sino que sume a aquellos que se queden en la orilla, so pena de provocar fracturas que conlleven a la derrota del partido hegemónico.
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La soberbia, es mala consejera y hay funcionarios del gobierno y dirigentes morenistas que se han montado en esa línea de considerar que por detentar el poder tienen la potestad de decidir quién va y quién no, ignorando la opinión de aspirantes y cuadros morenistas.
No falta mucho para ver la eficacia de los operadores políticos de Morena, para llevar a buen puerto el proceso de selección de sus candidatos a diputados locales y, de manera especial, a las presidencias municipales.