YOLANDA

Misoprostol: autonomía y libertad

Se dice que la autonomía y libertad como un derecho ciudadano y político de las mujeres se revoluciono con la píldora anticonceptiva, que fue descubierta a finales de los 60’s.  

No quiero negar el poder que esa pastilla le concedió a los cuerpos de las mujeres con capacidad de gestar para vivir su sexualidad y controlar su reproducción, el mundo cambio a tal punto que construyó nuevas posibilidades para todas y todes.  

Pero creo que no hemos reconocido lo suficiente la revolución reproductiva que significó el descubrimiento de las compas brasileñas del misoprostol para tener abortos seguros y no quirúrgicos en casa.   

De acuerdo a Open Society, en este artículo bellísimo, hace 30 años durante el V Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe (EFLAC), las compañeras brasileñas gestionaron un espacio para compartir sus saberes sobre el misoprostol, una prosglantina que como efecto secundario en cuerpos que gestaban, producían contracciones. Es en este encuentro que se decide que el 28 de septiembre se celebrara el Día de Acción Global por la Despenalización del Aborto, en memoria de la Ley de Vientres Libres que se emitió en Brasil y reconoció la libertad y autonomía de las esclavas.  

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Las cosas no volvieron a ser igual para nadie se abrieron grandes puentes para las mujeres y personas con capacidad de gestar que no quieren o querían continuar con un embarazo.  

Esta píldora reivindicó nuestros derechos reproductivos y desde entonces nos hemos dedicado a derrumbar estigmas.  

Sí, es posible tener un aborto siguiendo la guía de la OMS en casa, sin acompañamiento especializado en medicina, pero si con las acompañantes que día a día dedican palabras, abrazo para eliminar el estigma. 

No, el aborto con medicamentos no es igual a muerte o hemorragias.  

Sí, tenemos la posibilidad de elegir no continuar con un embarazo.  

Sí, el aborto es una cuestión de justicia social pero jamás debe de ser considerado como una vía para “terminar con la pobreza, la discapacidad, algún grupo étnico” o cualquier otra razón basada en ideas discriminatorias. 

Este 28s es distinto, 4 estados del país (5 si contamos a Coahuila) dejaron de considerar como un delito el aborto hasta la semana 12.6. En Hidalgo abortar voluntariamente, por violación, por salud, por alteraciones genéticas graves, por riesgo a la vida es un derecho.  

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Encontramos en la SCJN una aliada, antipunitivista que ha reafirmado en varias ocasiones que el aborto no puede ser considerado un delito, pero la lucha no ha terminado. 

GIRE lanzó un reportaje que pueden leer aquí que nos refleja que la sociedad aún tiene muchos estigmas y prejuicios sobre el aborto, la criminalización no se ha detenido y ahí es donde tenemos que estar.  

¿Cuándo podemos cantar victoria?  

  • Cuando ningún estado del país, ni en la federación abortar sea considerado un delito. 
  • Cuando el acceso sea efectivo, gratuito y libre de discriminación y estigmas para todas y todes.  
  • Pero sobre todo, cuando como sociedad dejemos de la pelea dicotómica entre si es un crimen o un derecho y podamos percibirlo como lo que es: un hecho natural en la vida de las mujeres y personas con capacidad de gestar.  

Los logros que hemos tenido son de todas y todes. De las que inciden, de las que litigan, pero si quiero reconocer que quienes todos los días cimbran los pilares de este estado opresor son las y les quienes abortan y quienes les acompañan.  

Sin las acompañantes que desafían todos los días a la clandestinidad y la criminalización, sin esas mujeres brasileñas que iniciaron todo, hoy no estaríamos celebrando nuestra autonomía y libertad.  

Que esta marea verde lo siga inundando todo.  


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