El pasado 20 de marzo se celebró el Día Internacional de la Felicidad, un día proclamado por la Organización de las Naciones Unidas, en el marco simbólico para conmemorar la importancia que tiene la felicidad como parte integral en el desarrollo y la salud de los seres humanos que buscan como objetivo común el bienestar.
A poco más de un año de padecer los estragos del SARS-Cov-2, y el aislamiento social, esta conmemoración parecería ser una epopeya de hazañas y proezas de personajes que lograron superar el embate de la pandemia, y que decir del personal de salud, médicos, enfermeras, administrativos, personal de intendencia, oficiales de seguridad y todos aquellos que siguen enfrascados en esta batalla.
Sin embargo, hoy el concepto de felicidad se reconfigura en nuestro esquema mental, es una realidad que aquello que solía darnos felicidad ha cambiado drásticamente, en particular la convivencia y acompañamiento de seres queridos que ya no se encuentran en este plano, lo que ha ocasionado un malestar emocional, un proceso de duelo no resuelto y cambios de hábitos en nuestros últimos días.
Siguiendo esta línea sabemos que las rutinas se encuentran alteradas, nuestras relaciones sociales se han modificado, generando una sensación de aburrimiento, lo que afecta nuestra concentración y procesos neurológicos, desarrollando una sensación de desagrado y la aparición de pensamientos negativos, lo que se refleja en cansancio, sueño, y la reducción de nuestra autoeficacia y autoestima, poniéndonos en riesgo de depresión.
Por ello los profesionales de la salud mental recomiendan reconstruir nuestra rutina para protegernos del aburrimiento letal, como lo es levantarse temprano, ducharse, preparar el desayuno, estudiar, hacer aseo, ver una película, tomar el sol, ejercitarse en medida de lo posible. Cuando hagamos estas acciones enfócate en la tarea presente, lo que se denomina como “atención focalizada”.
Utiliza el truco de los 5 minutos, que consiste en iniciar en 5 minutos con la siguiente actividad evitando la postergación, utiliza el contacto virtual de manera habitual, conversa y comparte el estado en el que te sientes, así tu salud mental se reconfortará.
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