México pide ayuda extranjera para rescatar mineros en Sabinas, Coahuila

El gobierno federal acudirá a expertos internacionales para determinar acciones más precisas para el rescate de los 10 trabajadores atrapados desde hace 13 días en la mina El Pinabete, en Sabinas, Coahuila.

Desde hace varios días, los familiares de los mineros atrapados habían exigido una opinión desde el exterior, pero fue hasta ayer que se tomó la decisión, de acuerdo con la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, quien es una de las cabezas de las operaciones para el rescate.

La determinación se tomó luego de que los trabajos de los primeros días fueran interrumpidos por el nuevo ingreso la madrugada del domingo de grandes cantidades de agua provenientes de la mina contigua, Las Conchas Norte, por lo que los avances que se tenían –estaban por entrar los rescatistas— resultaron infructuosos, colocando los niveles de inundación de los pozos en una profundidad similar a la que se tuvo en principio.

“A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, directamente por el canciller Marcelo Ebrard, estaremos contratando de dos empresas extranjeras, una de Alemania y otra de Estados Unidos, platicaremos con ellos a ver quién nos puede aportar la mejor opinión, la más amplia dependiendo de las condiciones de la mina, para determinar las acciones con mayor precisión”, informó en la mañanera de este martes Velázquez, en video llamada desde Sabinas, Coahuila.

Refirió que tras el ingreso “súbito” que se dio con el nuevo percance suscitado el domingo, ahora los niveles de agua al interior de los pozos es: 39 metros en el dos, 41.48 en el tres y 38.8 en el cuatro, colocándose en cifras muy cercanas a los 41.47 metros que en promedio se tenía al principio, antes del incidente del domingo se tenía 1.30 metros, por lo que se preveía la entrada de los rescatistas.

Los trabajos cumplieron, dijo la funcionaria, 303 horas “ininterrumpidas” y se cuenta ahora con 13 bombas que están extrayendo 437 litros por segundo; el agua desalojada desde el 3 de agosto –día del primer accidente— es de 295 mil metros cúbicos.

Velázquez detalló que hoy se realizará el inicio de los estudios geofísicos que permitirán determinar donde irán estas oquedades para la inyección de cemento a fin de construir una pared entre las dos minas y con ello evitar una nueva filtración de agua.

Por Emir Olivares y Alonso Urrutia/La Jornada