Menos ideología, por favor

Si queremos un estado con mayor crecimiento económico y menor pobreza necesitamos que el nuevo gobierno del estado deje atrás su fuerte carga ideológica. 

Una de las cosas que nos ha mostrado el nuevo gobierno en Hidalgo en su inicio es que quiere imponer una ideología, no sabemos exactamente cuál es pero lo que sí sabemos es que hablan de ella. La ideología, cualquiera que esta sea, es una mala idea al momento de gobernar, no solo porque la ideología nubla la razón sino también porque adentro de los gobiernos es muy importante que haya pluralidad.  

Estaba yo pensando en esto cuando me encontré con un nuevo estudio hecho por tres investigadores de la Universidad de Linköping, en Suecia, ellos encontraron que la ideología política puede interferir en el razonamiento lógico. Encontraron que el razonamiento motivado políticamente afectaba la capacidad de evaluar correctamente silogismos. En los gobiernos no se evalúan silogismos, se evalúan cosas mucho más importantes y complejas, por esta razón, se necesita que los gobernantes se arropen de evidencia, evalúen esa evidencia y tomen decisiones aún y cuando lo que les arroja la evidencia no les guste. Tener sesgos ideológicos a la hora de decidir puede hacer que la evidencia se deseche y la decisión no sea la correcta. 

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Por si esto fuera poco, querer imponer en el gobierno una idea de vida, al menos entre las personas que trabajan en él, no parece algo bueno. Dentro del gobierno de Hidalgo trabajan miles de personas con maneras de pensar distintas, es prácticamente imposible adoctrinar a todos sobre una manera particular de pensar, de hecho, por un tema de libertades ni siquiera se debería de intentar, todas las personas que integran el gobierno deben de tener la libertad de pensar diferente.  

Si bien lo anterior es lo más importante, hay algo en lo que igual hay que poner atención. Si todas las personas están pensando en la solución de un problema y todas las personas piensan igual, lo más probable es que la solución que se encuentre no sea la mejor, esto es porque todos van a llegar a soluciones parecidas pero no verán otras. Se pone peor la cosa cuando las personas que crearon un problema son las mismas que ahora van a buscar la solución, lo más probable es que hagan el problema mayor ya que tampoco van a estar muy dispuestos a reconocer que se equivocaron. 

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En cambio, en grupos en donde los integrantes piensan de manera distinta, el debate se enriquece y las soluciones a un problema mejoran. Esa es la razón por lo que es preferible que las personas que gobiernan no tengan todas las mismas ideas, diferentes maneras de pensar harán ver los problemas y sus soluciones de manera diferente, ya entre todos encontrarán la mejor solución o la mejor política pública. Entonces para gobernar bien no sólo hay que ser muy capaz de manera individual, también el grupo del que te rodeas será importante para que tu trabajo tenga éxito o no.  

Justo ayer se dio el Nobel de Economía a tres personas que aportaron mucho conocimiento para poder resolver los problemas que surgieron durante la crisis financiera mundial en el 2008, sin sus aportaciones y conocimientos la crisis en EE.UU. y en consecuencia en el mundo hubiese sido más fuerte. Para mí una de las lecciones del premio de este año es que es muy importante que en el gobierno haya personas muy preparadas, que haya personas muy preparadas siempre, importa, pero importa mucho más en tiempos de crisis porque es en las crisis cuando necesitas soluciones rápidas y efectivas. Si el gobierno estatal quiere tener éxito se tiene que rodear de personas capaces pero también debe dejar que piensen por sí solas. Menos ideología, por favor.