El pasado miércoles 27 del presente mes, Julio Menchaca Salazar realizó el tercer informe de sus actividades como Senador de la República, lo llevó a cabo junto a su compañera senadora María Merced González. El evento fue ampliamente cuidado, el lugar elegido fue el estadio Revolución, donde desde temprana hora se empezaron a congregar miles de ciudadanos procedentes de todas las regiones del Estado; el lugar lució abarrotado, aproximadamente 7,000 personas se dieron cita en la mañana de un día laboral para estar presentes en ese evento que pareció más un lanzamiento de campaña a Gobernador que un informe de Senadores:
El ambiente que se vivió fue de entusiasmo y algarabía, el choque de porras se hizo presente, mientras miles gritaban: ¡Julio, Julio!, una centena aguerrida y ruidosa manifestaba su preferencia por el delegado de los programas del bienestar, el Dr. Abraham Mendoza Zenteno. En el presídium un incómodo Francisco Javier Berganza observaba un ambiente nada favorable para él.
Menchaca y su compañera, la senadora María Merced, estuvieron arropados por más de 40 senadores y una buena cantidad de Diputados Federales, Diputados Locales, presidentes municipales, regidores, dirigentes de otros partidos políticos, campesinos, petroleros, mujeres, jóvenes, miembros de asociaciones civiles, indígenas, empresarios, comerciantes, obreros, amas de casa, desempleados, jubilados, en fin, un mosaico completo de la diversidad de nuestro Estado.
Lo vivido en el estadio Revolución representa para mí la síntesis de lo que seguramente pasará en MORENA cuando llegue el momento de nombrar su candidato a Gobernador: será Julio Menchaca Salazar, su designación parece inevitable, basta con observar lo que está sucediendo, confrontar biografías de los aspirantes, poner cara a cara los méritos y capacidades de cada uno de ellos, su experiencia como servidores públicos.
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Durante el informe, tres discursos deben analizarse: el primero, dirigido por la Ministra, ex Secretaria de Gobernación, Senadora Olga Sánchez Cordero. Tuvo muchas palabras de reconocimiento hacia Julio Menchaca, no solo por su trabajo como Presidente de la Comisión de Justicia, espacio donde se han construido las principales leyes impulsadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrados, sino también habló de sus más de 30 años de relación personal donde ella da fe de un jurista competente, comprometido, profesional; mencionó al hombre, al ser humano que sabe ser amigo, que es prudente, sensato, discreto, honesto.
Tocó el turno a Mario Delgado, Presidente Nacional de Morena y le dio un giro al orden del día, lo transformó en un evento político. Arengó a los presentes a refrendar el apoyo a su partido, habló de que en Hidalgo están dadas todas las condiciones para la alternancia, que deben todos de ir en unidad, que la gente decidirá quien será el candidato a gobernador y luego, conociendo el lugar en donde estaba parado preguntó: ¿Quién debe de ser el candidato? Luego hizo una pausa suficiente para que miles de gargantas gritaran: “un Senador, será gobernador”. Sonriente, lúdico, retomó su discurso dejando en el aire con quien está su preferencia.
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Cerró la tarde Ricardo Monreal, coordinador de la fracción morenista en el Senado, el político más avezado de todos los presentes, hábil orador, llamó a la reconciliación, afirmó que el triunfo de su partido en el 2022 será inevitable, reconvino a quienes con gritos y rechifla incluida descalificaban al Gobernador Omar Fayad, ahí presente: “lo moreno no quita lo cortés” les increpó. Luego se dio el tiempo para hablar de su compañero Julio, lo llenó de elogios por su trabajo y compromiso, avaló su desempeño y lealtad a la llamada cuarta transformación. Al hablar de la posible alternancia en el ejecutivo estatal, detalló un retrato de quien debe encabezarla.
Entre gritos, porras, aventones para tomarse la foto, sonrisas, abrazos a los amigos no vistos durante el tiempo de la pandemia, terminó el evento. En lo personal me queda muy claro: políticamente, es inevitable que Julio Menchaca sea el próximo gobernador del Estado de Hidalgo.
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