Si hubiese que ponerle un adjetivo al desempeño de la economía mexicana durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, este sería el de mediocre.

Tal vez el dato más decepcionante de la economía mexicana entre 2019 y 2024 es la evolución del PIB por persona. Si bien el PIB por persona tiene sus fallas para mostrarnos como se ha desarrollado económicamente una sociedad, también es cierto que es uno de los indicadores más importantes cuando queremos observar esa evolución. De manera muy general, para calcular el PIB por persona se toma todo el valor de la economía de un país en un periodo dado y se divide entre los habitantes del país, el resultado es la cantidad de dinero que le correspondería a cada persona si todo se repartiera igual. Esto obviamente no sucede así pero es una forma sencilla con la que podemos saber si hemos evolucionado para bien o para mal. Si el PIB por persona es hoy mayor que ayer entonces hoy somos más ricos que ayer, si el PIB por persona hoy es menor, en promedio, somos más pobres.

Así entonces el PIB por persona en México ha permanecido prácticamente estancado entre 2019 y 2024, de hecho en el primer trimestre de 2024 el PIB por persona en México era menor que en el mismo trimestre de 2018. En el año 2018 alcanzamos nuestro mayor nivel de PIB por persona, de ahí todo fue para abajo, si comparamos el PIB por persona del primer trimestre de 2019 y el primer trimestre de 2024, éste sólo ha crecido .3%. En términos de PIB por persona, perdimos 6 años.

Para comparar, en la región de Latinoamérica, sólo hay dos países que lo han hecho peor qué México entre 2019 y 2023 y esos son Argentina y Perú. Chile tuvo un crecimiento de su PIB por persona incrementó su PIB por persona en 2.4%, Colombia 6.1%, Brasil 7.6% y Guatemala ha elevado su PIB por persona en 9.5%. Por cierto, todos esos países igual tuvieron su pandemia.

Algo positivo es la disminución de la pobreza, siempre hay que ver con buenos ojos una disminución de la pobreza, pero si observamos los datos de pobreza de años anteriores podríamos ver que si bien hubo una disminución importante de las tasas de pobreza entre 2018 y 2022, sobre todo en pobreza por ingreso, tampoco es que durante estos últimos 6 años haya ocurrido algo extraordinario, así que es parcialmente un éxito, las transferencias de efectivo y la recuperación del salario real lograron sacar de la pobreza a un número importante de personas a pesar del bajo crecimiento económico pero también es cierto que el crecimiento económico de los años anteriores sirvió también para reducir la pobreza.

A lo que voy con esto es que a la economía mexicana no hay que verla como lo que es sino como lo que no fue, hay que verla como la economía de las oportunidades perdidas. Dentro de poco tiempo vamos a saber cuántas personas dejaron la pobreza entre 2018 y 2024, es prácticamente un hecho de que hoy hay menos personas en pobreza, al menos eso es lo que nos dicen los datos preliminares, en lo que hay que pensar es en cuántas personas más se hubiese reducido la pobreza si el modelo económico utilizado en estos últimos años hubiese apostado por el crecimiento económico.

Sin crecimiento económico la menor pobreza pende de un hilo, debemos preguntarnos si el modelo que tenemos hoy de apostar por los programas sociales para desarrollarnos nos conviene, luego hay que ver si lo vamos a poder pagar. Para cuando acabe este gobierno que inicia el gobierno mexicano estará dándole dinero a buena parte de los mexicanos y mexicanas menores de 25 años y a gran parte de los y las mayores de 60 años. No va a haber dinero que alcance. Vamos pensando en eso.