Maternidades

La maternidad es uno de los constructos culturales más fuertes en nuestro país, todavía hay quienes cuestionan a las mujeres que han decidido, no han podido o no han querido tener hijos/as, pero cuando se deciden tenerlos, en nuestro país tampoco existen las mejores condiciones para llevar a cabo ese trabajo de cuidados, y que es más extenuante cuando se tienen hijas e hijos con alguna(s) discapacidad(es). 

Aunque existen canciones por todos lados sobre la romantización de la maternidad llena de sacrificios, poco ayudan porque además las leyes refuerzan estos mandatos de género, como el que las mujeres somos las únicas cuidadoras de las hijas e hijos, ya que cuando maternamos aumentamos 20 horas de trabajo no remunerado y que en el caso de los padres es solamente de cuatro horas este aumento, por lo que además de los cambios legislativos, tenemos que realizar el cambio cultural.  

En México también existen pocos espacios de trabajo que permitan conciliar la vida laboral con la maternidad, pues resulta que uno de los motivos más grandes de discriminación en nuestro país es: ¡El embarazo!, y las estadísticas oficiales mencionan que las mujeres con hijos/as tienen peores condiciones laborales que las que no los tienen.  

Otro dato: seguimos teniendo el segundo lugar a nivel mundial de niñas y adolescentes embarazadas: 17% de los nacimientos corresponden a los rangos de edad entre 10 y 19 años, que en el caso de niñas de 10 a 14 generalmente son embarazos producto de la violación de hombres que les llevan entre 5 y 40 años, generalmente de su círculo cercano, lo cual hace que las niñas y adolescentes abandonen los estudios formales y que conlleva a incrementar la desigualdad en las mujeres jóvenes.  

Mi pecho no es bodega. Y hablando de maternidades en la Procuraduría de niñas, niños y adolescentes a través de su titular Karina Ramírez se ha criminalizado la maternidad de la que por lo menos tenemos conocimiento de cuatro casos en que no se ha aplicado el tema de la perspectiva de género, cuando se trata de que en la medida de lo posible los niñas/os sean reintegrados con sus propias madres, bajo la vigilancia del estado (cuando las denuncias son por maltrato) incluso se ha utilizado esa Procuraduría para hostigar a una defensora de derechos humanos por denunciar un caso presuntamente ilegal de adopción de un niño y  otra madre haya caído en una situación grave de adicciones debido a que esa misma funcionaria decidió entregar a su hijo a la familia del padre biológico (que se encuentra en la cárcel por actos de violencia) en otro estado y que no tenían relación cercana con el niño. Así tratan a las madres en esa Procuraduría de Hidalgo. Me parece bueno el cambio en el Centro de Justicia para las Mujeres que sea para bien en el acceso a la justicia.