En Contra del Mar
En ciertos grupos de la sociedad se ha generado la idea de que en las últimas décadas las mujeres cis han alcanzado “más derechos” que los hombres. Se piensa que el hecho de que el Estado reconozca que la violencia de género existe y es un problema que requiere acciones públicas urgentes para lograr igualdad entre las personas, no es más que un capricho y hay quien va más allá, afirman que los diversos tipos de violencia de género no son más que invenciones que ciertas mujeres “malas, locas, enfermas” utilizan para dañar a hombres “buenos” cuyo único fallo es confiar en ellas.
Estos grupos no son liderados exclusivamente por hombres, sino que también se han involucrado mujeres que desde su propia autonomía y libertad están decidiendo replicar la violencia que nos afecta, en mayor o menor escala, a todas.
En los últimos días hemos conocido la terrible historia de Mafer Turrent, víctima de violencia por parte su ex marido, que terminó encarcelada por delitos que no cometió y que hace unos días una Jueza liberó. El caso no solo ha evidenciado las redes de corrupción que existen dentro de las Fiscalías como dentro del Poder Judicial, sino también el machismo y la misoginia arraigada en estás instituciones como en la sociedad.
Con poco eco, los mensajes y videos del Colectivo No + Presos Inocentes, al que este sujeto pertenece, están intentando crear una narrativa donde Mafer es en realidad la victimaria. Aquí lo que ha hecho que la gente no sucumba ante estos mensajes son los vídeos y grabaciones que Mafer puso a disposición y que no dejan ni espacio para las dudas de que lo que vivió y vive es violencia.
Mientras casos como el Mafer Turrent, el de Natalia Lane del cual les conté la semana pasada, siguen haciéndose públicos; los otros grupos antiderechos también están aprovechando el complicado contexto sociopolítico para aparecer y responsabilizar de todo lo que nos pasa a la mal llamada “agenda woke” para minar lo que con muchísimo trabajo hemos alcanzado.
Además del Colectivo No + Presos Inocentes, también están surgiendo un grupo de hombres cis, liderados por Cristian Montenegro un abogado de Durango a iniciado una campaña para anunciar que el y otros 56 hombres cis han decidido aprovecharse del legítimo derecho de las personas trans y no binaries a su reconocimiento de identidad, para cambiar su sexo a mujer en el acta de nacimiento, con la finalidad de “tener más derechos y protegerse de las mujeres”.
Se asume lesbiana, solo porque hizo ese cambio y su argumento es que existen varias políticas públicas, leyes e instituciones para mujeres y no para hombres, así que pensó que lo más adecuado es dar ese paso y está invitando a todos los demás hombres cis a hacerlo.
Las estrategias que estos grupos están emprendiendo se unen a las de otros grupos con poder político para impedir que los derechos de ciertos grupos de personas, como mujeres cis y trans, personas LGBTIQ+ continúen avanzando y en realidad se den retrocesos.
Deja una respuesta