Maria Branyas, reconocida como la persona más vieja del mundo, falleció a los 117 años en la localidad catalana de Olot, según confirmó su familia este martes. Branyas, nacida en Estados Unidos y posteriormente residente en España, se despidió del mundo de manera pacífica mientras dormía.
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Un legado de longevidad
Maria Branyas nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, Estados Unidos. Su familia regresó a España cuando ella era aún pequeña, tras pasar algunos años en Nueva Orleans, donde su padre había fundado una revista. A lo largo de su vida, Branyas fue testigo de algunos de los eventos más significativos del siglo XX, incluyendo la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil Española y la pandemia de COVID-19.
En 2022, tras la muerte de la monja francesa Lucile Randon, Branyas fue oficialmente nombrada la persona más anciana del mundo por el Gerontology Research Group, una organización que verifica la edad de las personas que alcanzan los 110 años o más.
Superando el COVID-19 y la vida en sus últimos años
A los 113 años, Branyas contrajo COVID-19 durante la pandemia, pero, sorprendentemente, no desarrolló síntomas graves y superó la enfermedad. Continuó viviendo en una residencia de ancianos en Olot, Cataluña, donde era conocida por su lucidez mental y su actitud positiva hacia la vida.
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Su familia, que administraba su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter), la describió como “Super abuela catalana” y compartía actualizaciones sobre su vida. En sus últimos días, Branyas expresó serenidad frente a la muerte, diciendo: “No sé cuándo, pero muy pronto este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada por haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriente, libre y satisfecha”.