Marcos, el joven emprendedor que enfrenta al mundo sin brazos ni piernas

Marcos Monter Alejandro, es un emprendedor de 19 años de edad que enfrenta al mundo sin brazos ni piernas.

A unas semanas de cumplirse el año de aquel trágico accidente en el que perdió sus extremidades, el oriundo de San Bartolo Tutotepec, conversa para la Jornada Hidalgo, en la casa de su hermana en Tulancingo, en donde radica actualmente.

“Tuve una descarga eléctrica, el 31 de enero de 2024, en la colonia Ahuehuetitla, segundo piso, trabajaba de albañil cuando me jalaron los cables”, narra el menor de ocho hermanos quien llegó a Tulancingo para buscar trabajo.

“Estábamos cortando varillas de 50 centímetros con cizallas, estaban muy bajos los cables, y pues yo sentí nada más cuando me jalaron, estaba tirado en la azotea, me auxiliaron mis primos y tío”, recordó.   

Al perder sus brazos y piernas, Marcos enfrenta los cambios para adaptarse a la vida, generar ingresos de manera independiente y la lucha para conseguir sus prótesis.

“Un día estás bien y al otro día te cambia la vida”

“Fue un giro de 180 grados, un día estás bien y al otro día te cambia la vida”, expresa Marcos.

Después de amputarle ambos brazos y piernas, él depende del apoyo de algún familiar para trasladarse, comer, bañarse o asearse.

La discapacidad también se llevó el pasatiempo, Marcos platica que a él no le gustaba mucho el fútbol, después de que llegó a Tulancingo lo empezó a jugar con unos primos.

“Ya me empezaba a atraer, a veces voy a sus partidos y como que me baja la autoestima de decir «hubo un tiempo donde estuve ahí y ahora estoy acá viéndolos». A veces si me pega duro eso”.

Una buena actitud, su principal característica

Marcos se describe como una persona que no se da por vencida, trabajadora y buena actitud, su principal característica. Sin duda, una persona que ha enfrentado la adversidad con determinación.

Llama la atención que, sin brazos, el joven se las ingenia para escribir en el celular, mandar un mensaje de voz, manejar la página de Facebook de su emprendimiento: Las bolsas más top mark.

“Le entramos de todo, pero lo que me sostuvo desde el accidente para acá son las bolsas. Todo es por línea, vienen muy bonitas de calidad, subo fotos de modelos todos los días, también ropa, perfumes, todo eso”.

“Empecé con 15 bolsas, fueron 10 mil pesos, vendí con familiares de San Bartolo, después me dieron una idea de hacer una página, empecé a publicar y ya fue más fácil”, agrega.

“También salgo a vender Mezcal, yo trabajé un tiempo en Oaxaca y me mandaron la bebida, dije «hay que ofrecer», con mi hermana vamos a los pueblos y lo ofrecemos”.

Le gustaría estudiar Psicología

Para Marcos una razón de seguir adelante es su mamá, de quien dijo «le da pa’ arriba». “A ella le diagnosticaron un tumor en la cabeza, un reto que sigue viva, aunque ya no camina”.

El joven emprendedor también se encuentra motivado en continuar los estudios universitarios. “Deseo de estudiar Psicología, pero primero necesito agarrarle a las prótesis”.

Antes del suceso que marcó su vida con una discapacidad, Marcos ya pensaba estudiar esa carrera, pero después le surgió la idea de irse Estados Unidos, “dije «ya voy a dejar todo», pero me pasó el accidente”.

“A pesar de todo estoy contento y agradecido, ya no es lo mismo, pero le seguimos echando ganas hasta donde se pueda, y más que nada no entristecerse, tengo salud, tengo vida”, expresa.

Enfocado en sus prótesis: “sentí otra vez lo que es pararse”

Para conseguir las prótesis, familiares y amigos de Marcos botearon, el pasado 30 de diciembre se realizó la rifa de un auto Aveo 2019 que era de su cuñado. “Entre todos, mi familia de Estados Unidos también me echó la mano”.

“Cuando probé las prótesis de piernas sentí otra vez lo que es pararse, con la ayuda de mi cuñado di los primeros pasos, después le fui agarrando y di los primeros pasos solo, se siente bien”, describe.

Por el momento, Marcos está concentrado en tres cosas: las prótesis, practicar con ellas, y estar bien consigo mismo. A la sociedad aconseja no darse para abajo.

“Aprovecha cada minuto, cada segundo con tu familia, amigos, porque a veces no sabes la hora en que te cambia la vida, de convivir y estar motivados, agradecidos de decir cada mañana me despierto”, concluye.


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