El presidente estatal de Morena, Marco Rico Mercado, sostiene que el movimiento mantiene su raíz de izquierda y su compromiso con la justicia social, aunque reconoce que el crecimiento del partido ha traído consigo viejas prácticas políticas y contradicciones internas.
“Morena en Hidalgo tiene un arraigo muy fuerte; la gente se identifica porque durante décadas hubo un reclamo de justicia social. Finalmente, Morena en el ejercicio del poder, sobre todo desde la República, reivindicó este reclamo bajo esta premisa: por el bien de todos, primero los pobres”, afirmó.
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Asegura que parte del respaldo ciudadano se explica por la cercanía del gobernador Julio Menchaca, a quien describe como “una persona muy cercana a la gente, una persona de territorio, alejado de estos viejos protocolos de distanciamiento y de culto a la personalidad”.
Sin embargo, el propio dirigente reconoce que el crecimiento acelerado del partido en el poder ha implicado el ingreso de cuadros reciclados: “Todo aquel que quiera caminar en la Cuarta Transformación y en la construcción de un nuevo modelo de justicia social para el país, bienvenido sea. Pero eso sí, con dos advertencias: si de su pasado aflora un asunto de corrupción, no habrá impunidad ni encubrimiento por parte de Morena.”
Y advierte: “Ya dentro de nuestras filas, decirles que tienen que conducirse bajo los principios de la transformación. Si así no fuera, no va a haber impunidad, no va a haber tolerancia.”
Un partido en expansión y en tensión
Rico Mercado asume que Morena vive una etapa de fricción entre su discurso fundacional y el ejercicio del poder. “Un partido grande tiene problemas grandes. En 2024 tuvimos un promedio de quince aspirantes por municipio; de esos quince, uno fue el que se definió o una fue la que se definió. Imagínate procesar el sentido de los otros catorce, no es tarea sencilla.”
El dirigente asegura que la fuerza de Morena no está en los cargos ni en los medios digitales, sino en la cercanía con la gente: “La fortaleza de Morena está en el territorio. Decimos: más territorio, menos escritorio. Una parte esencial de este quehacer político es tener una permanente cercanía con el pueblo; sin el pueblo, nada.”
El mensaje parece dirigido a quienes buscan visibilidad sin pisar las calles: “Aquellos que le apuestan a las redes sociales, que no se vayan a equivocar. Pedirles que obedezcan a los principios y mandatos de nuestro programa partidario: es territorio.”
“El proyecto es de izquierda, pero no todos piensan igual”
Rico Mercado sostiene que la orientación del movimiento no ha cambiado: “El proyecto como programa sí, esencialmente, es de izquierda. Esto no quiere decir que todos los que militen tengan ese tipo de pensamientos.”
Pero también reconoce las tensiones ideológicas: “Mientras prevalezca el proyecto, adelante. Respetamos las diferentes formas de pensar, el derecho a disentir, el derecho a manifestarse de manera distinta. Pero nosotros nunca renunciaremos al programa, a la orientación que tiene la Cuarta Transformación.”
La línea de tolerancia, sin embargo, tiene límites. “Respetar el derecho a disentir, siempre he sido un practicante de la máxima de Voltaire. No hay censura. La crítica también es válida. Pero lo primero es el proyecto. Si tenemos un jugador que patee contra nuestra portería, ese sí sería observable y sancionable.”
Formación política y revolución de conciencias
El líder morenista subrayó la importancia de la formación política como eje de largo plazo. “Estamos en una etapa de rehacernos territorialmente a través de los comités de defensa de la transformación seccionales. Para nosotros es muy importante la formación política, porque una base de este movimiento es la revolución de conciencias.”
Destacó el papel del Instituto Nacional de Formación Política: “Tenemos una plataforma permanente de cursos, talleres de manera virtual y también de talleres presenciales en el territorio. Es una tarea permanente.”
Evaluación de gobiernos y plan municipalista
El dirigente reconoció que el partido supervisa el desempeño de los gobiernos municipales emanados de Morena. “Estamos en un periodo de gracia para que ya empiece a aterrizar el plan municipalista. Vamos a observar cuáles son los esquemas de austeridad que se están aplicando en cada uno de los programas, la convivencia que se tiene con el pueblo, y se les pidió que establecieran el día del pueblo.”
Aseguró que se evaluará su gestión con base en los principios del movimiento: “Un gobierno que no tiene programas, que no tiene políticas públicas para abatir índices de pobreza, no puede llamarse un gobierno de la transformación.”
Por ley sería mujer; hay deuda histórica
Cuestionado sobre el proceso rumbo a la próxima gubernatura, Rico Mercado respondió:
“Por ley sería mujer. Pero también es cierto que, programáticamente e internamente, debería de ser mujer, porque hay una deuda histórica pendiente. Y esto te lo digo a título personal, en una convicción personal. Hay una deuda histórica y que tenemos que reivindicar en muchos sentidos, pero en este caso de la gubernatura con las mujeres.”
La afirmación, que marca distancia respecto a las pugnas locales, refleja la postura institucional del partido ante la paridad de género, pero también deja entrever el escenario que se perfila para 2028.
Apoyo a Sheinbaum y al gobernador Menchaca
Sobre la presidenta, Rico Mercado fue enfático: “Hemos acompañado y acompañaremos en todo momento y ante toda coyuntura a la doctora Claudia Sheinbaum y, por supuesto, también al gobernador. La acompañaremos en la defensa de la soberanía y la libertad de México ante estas embestidas políticas y económicas del país vecino.”
Y añadió: “La acompañaremos en la construcción del segundo piso de la transformación. En cualquier coyuntura como las que se han venido dando, vamos a estar con ella, caminando y luchando hombro con hombro.”
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“La transformación no es de seis años”
Rico Mercado concluyó que el cambio en Hidalgo no es un proceso temporal. “La transformación no es un tema de seis años. Es una permanente, una constante, porque es mucho lo que hay que reivindicar. El gobernador está sentando las bases de un auténtico cambio de régimen.”
Admitió que aún persisten inercias del pasado: “Cuando cambias, te sacudes. Mantienes, hasta idiosincráticamente, viejas prácticas. Tenemos que seguir trabajando de manera constante. No podemos renunciar a que la transformación continúe.”
El dirigente habla de continuidad, pero sus propias palabras dejan ver el dilema del partido en el poder: mantener el discurso de la transformación mientras administra las herencias del viejo sistema.
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