Marcha, ¿por la democracia?

El pasado domingo la llamada ’marea rosa’ se hizo presente en el Zócalo de la Ciudad de México con consignas como ‘Democracia sí’ y ‘la ley es la ley’.

En lo personal a mi me da gusto que las plazas públicas sean tomadas para manifestarnos de manera pacífica, tal como se realizó la llamada ’Marcha por la democracia’, aunque en esta ocasión el mensaje era muy confuso.

Una de las cosas que llama poderosamente la atención fue la presencia de actores políticos opositores a Andres Manuel Lopez Obrador en una marcha que dijo ser ’ciudadana’ y la cual contó con un personaje bastante singular como único orador, aquel que fuera Consejero Presidente del INE, Lorenzo Cordova Vianello, aquel árbitro que siempre se vendió como imparcial, hoy convertido no solo en jugador, sino en entrenador y/o directivo.

Hay cosas positivas y negativas al respecto, ¿porque al final de eso se trata el vivir en democracia, no?

Uno de los aspectos positivos que nos dejó este evento es el ver a la oposición movilizada de manera pacífica sin ser reprimidos, uno de sus integrantes, Enrique Krauze, ya de lleno en el activismo político, digo, no es que en 2018 no lo hubiera hecho, cuando en aquel entonces en sus espacios editoriales pedía el voto abiertamente por Ricardo Anaya; es bueno que hoy su posición sea abierta, ¡fuera máscaras!

Lo negativo para la oposición, es que el ambiente es de profundo derrotismo, las consignas de quienes marcharon, lo hicieron en gran medida para justificar la futura derrota electoral. Se ven, se entienden y se saben perdidos, no encuentran otra salida más que cuestionar el resultado de la elección del próximo 2 de junio.

La ’Marcha por la democracia’ terminó siendo lo que todos sabíamos que originalmente era: Un mitin anti-4T; y es que dicen en el argot futbolístico que de poco o nada sirve jugar la doble banda porque la simulación es doblemente penalizada.

Al final del día en la falta de credibilidad de su relato llevarán su penitencia.

Por Dino Madrid