La compra del predio de casi seis mil metros donde se levanta el inmueble de los talleres Maestranza por el secretario de Turismo, Eduardo Baños Gómez, levantó polémica al confundirse esta superficie con las seis hectáreas que en 1992 la Compañía Real del Monte y Pachuca (CRDMyP) entregó en pago de deuda al Instituto Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) y que de manera sospechosa vendió al gobierno estatal y este a la empresa Maestranza Inmobiliare, S. A. de C. V.
En el primero de los casos no hay tráfico de influencia, en el segundo sí; lo que no se sabía es que la superficie donde se ubica el inmueble producto de la polémica porque el colectivo Rescatemos Maestranza lo considera monumento histórico y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) solo bien cultural, lo mantuvo como propiedad la CDRMyP y nada tiene que ver con la seis hectáreas que están en manos de la empresa de la que es socio el director de Bancomext Carlos Noriega Romero.
Concreto: son dos operaciones diferentes, la que tiene un trasfondo oscuro es la del predio de seis hectáreas en las que el gobierno estatal en la administración de Manuel Ángel Núñez sirvió como intermediario o presta nombres de Maestranza Inmobiliare a cambio de 1.4 millones de pesos y que hoy tiene un costo comercial superior a los cien millones de pesos cuando esta la adquirió mediante la cuestionable triangulación hace 17 años en 8.4 millones de pesos.
La adquirida por Baños Gómez es de poco más de media hectárea y tuvo un costo de once millones de pesos, fue puesta a la venta junto con una larga lista de propiedades de la CRDMyP en el portal inmobiliario valuación.com.mx que tiene como representantes a María Eugenia Esquivias Serrano y José Luis Hernández Fuentes en lo que fue un negocio entre particulares, pero que después de la polémica puede tener un final feliz.
Porque el destino que su ahora propietario le quiere dar al inmueble conocido como Talleres Maestranza es educativo como parte del proyecto de expansión de la institución de educación superior privada que dirige para ofertar las carreras de arquitectura y gastronomía y como un museo de minería, es decir que lo que buscaba el colectivo Rescatemos Maestranza de preservar el inmueble se alcanzaría, en calidad de propiedad privada.
La propuesta resulta de inicio interesante porque se pretende preservar el inmueble y a su alrededor desarrollar un hotel con zona comercial hasta donde se conoce, en el principio de que una inversión está destinada a obtener ganancias, pero esta vez con un proyecto donde la autoridad municipal y los interesados en el rescate del inmueble puedan dar su opinión en algo que forma parte de la historia de Pachuca.
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