Maestranza, de la transa al rescate

El complejo recreativo cultural y área verde en 6 hectáreas que ocupó la fundición Maestranza que fabricaba piezas para maquinaria de la Compañía Real del Monte y Pachuca que propone el gobernador Julio Menchaca con la compra del polígono a Maestranza Inmobiliare, S. A., pone fin a oscuro pasaje de corrupción. 

Sacarle provecho económico fue difícil; en 2006 hubo suspensión de obra del ayuntamiento cuando la inmobiliaria quiso construir un complejo habitacional y comercial, proyecto iniciado en 2003; atrás estaba el director de Bancomext Carlos Noriega Romero que recién dejo de ser diputado federal de Morena y fuera subdirector de Planeación y Finanzas del Infonavit en un caso de tráfico de influencias en combinación con funcionarios del gobierno de Hidalgo.

Rubén Fernández Lima y Juan González Vargas, gerente y subgerente de Bienes Inmuebles de Infonavit, contrataron un estudio aprobado en asamblea del organismo que concluye que el predio Maestranza “no es apto para vivienda por contener residuos contaminantes” debido a la actividad de su anterior propietario: CRDMy P.

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Por ello se deprecia su valor y lo venden al gobierno de Hidalgo en 7 millones de pesos mediante la escritura 7632 de fecha 15 de enero de 2003 en la Notaría Pública 12 e inscrita en el Registro Público de la Propiedad el 4 de abril con folio 110157, hasta ahí todo normal, porque se destinaría al complejo cultural del Museo del Ferrocarril.

Pero no fue así, apareció Maestranza Inmobiliare, cuyos socios Carlos Noriega y Moisés Cherem compraron el predio al gobierno en transacción que operó el secretario de Finanzas Rodolfo Picazo y el jurídico Juan Alberto Flores, logrando la extraordinaria ganancia de 1.4 millones al vender las 6 hectáreas en 8.4 millones de pesos.

Consta en la escritura 12221 del 15 de julio de 2003, inscrita en el Registro Público de la Propiedad el 18 de diciembre; para 2006 esta empresa buscó obtener permisos para desarrollar 500 departamentos, aun cuando el dictamen de Infonavit indica no es apto para vivienda, esta zona patrimonio cultural de los pachuqueños.

Si Maestranza Inmobiliare hubiera logrado su propósito el valor comercial de las 6 hectáreas sería de alrededor de 75 millones de pesos, cuando lo habían comprado en 8.4 millones; lo que habría sido jugoso negocio con el gobierno como agente inmobiliario; así que readquirir este polígono en 27 millones, para darle un destino social y ambiental en 19 millones de pesos más caro de lo que lo vendió otro gobierno, se justifica de sobra por el destino final.

Este proyecto tendrá impacto positivo, primero la capital urge de espacios verdes, segundo se complementa con un proyecto educativo privado y el Museo del Ferrocarril tercero se puede vincular al andador y Ciclo Vía lo que contribuirá a la movilidad beneficiando a miles de pachuqueños.