Garlito
Pocas cosas dan tanta tristeza como ver una escuela vacía de alumnos, hospitales y clínicas sin médicos ni medicinas, campos sin sembrar erosionados y ociosos, pobreza, ignorancia e indiferencia apoderándose de todo, infraestructura hidráulica sin agua, robo de inocencia y explotación a infantes, el arrebato de la vida como la peor herencia del régimen anterior, nada más triste que en tiempos de diversidad y adversidad, cerrarse caminos para el entendimiento, comprensión, propuestas justas y nuevas, ahora más que nunca necesitamos de canales de comunicación para eliminar el falso mensaje que por más de cien años se divulgó, haciendo verdad una mentira.
Adiós
Hay varios síntomas que reflejan la descomposición de un sistema político y social cuando se empieza a perder credibilidad y elecciones, matar estudiantes, los gobiernos que asesinan a sus juventudes están podridos hasta la médula, como el que nos mal gobernó producto de una revolución robada, de una historia inventada por los ganadores falseando todo con el objetivo de justificar su corrupción; asesinar periodistas y cerrar medios de comunicación, es una herencia de los delincuentes de pasados gobiernos con una clara complicidad de ciertos medios y comunicadores mal ejemplo para el periodismo tomar partido o ser los juglares del reino, donde ni con la más humilde coma, se podía trastocar la declaración omnipotente del reyezuelo, vividor político y delincuente de baja monta; robarle al pueblo pobre, debería ser sancionado con pena de muerte, porque solo el Pueblo salva al Pueblo.
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Queda claro que todos, todos los medios y comunicadores, están inermes ante un plan pervertido de aniquilarlos, si cuestionan o no alaban la estupidez, si a un funcionario de evidente ignorancia, banalidad, superfluidad y alta capacidad de corromperlos, se instala como directivo de una institución pública, ahí ya hay un plan perverso más aún si producto es de la asociación delictuosa con altos niveles gubernamentales, premeditaron el hurto; la pérdida de las señales de Hidalgo radio, es un ejemplo de lo que puede hacer una bestia herida de muerte cuando sabe que se le acerca el fin, cuando solo el robo y saqueo al pueblo que les da la espalda por tratarlos como esclavos, es su máxima obra, ser recordados por sus latrocinios quedará en la Historia y junto con sus cómplices, el régimen despótico y corrupto que gobernó al estado de Hidalgo por más de 80 años, bastó solo uno para comprobar que las dinastías gobiernistas son, eran y serán la dictadura que nunca más volverá y en ese sentido aplaudamos que por fin la culebra se comió a sí misma.
Radio
Todos deberíamos estar de luto, al menos lo estamos quienes desde el medio público electrónico del gobierno del estado de Hidalgo, contribuimos para hacer una mejor sociedad, se nos murió nuestro hermano mayor, murió la radio pública o la mataron en una emboscada de salvajes mercenarios, emperadores cuya peste de corrupción no pudieron ya frenar y en una orgía disoluta de poder y ansiedad por no ser descubierta su impotencia, destruyen lo que con amor, profesionalismo, patriotismo, servicio a la sociedad, oficio y vocación, cientos de profesionales comunicadores, mujeres, hombres, niños, adultos mayores, edificaron la red de la radio pública hidalguense, porque estaban convencidos que así solo así, la sociedad cuenta con herramientas para no permitir nunca más que las elites, la alta burguesía política, las familias de caciques y delincuentes ostenten el poder, nunca más; el pueblo fue saqueado y asesinadas las frecuencias de radio, como un castigo por no permitir perpetuarse en el poder y por medio de las cuales, sería desenmascarado el rostro real de Alí Babá y sus cuarenta funcionarios.
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Lágrimas verdaderas siguen siendo vertidas por quienes en Hidalgo radio hicieron sus sueños, sus vocaciones, sus ganas de cambiar la realidad, un gran nudo en la garganta asfixia a decenas de compañeras y compañeros que desde esos humildes y heroicos micrófonos los hidalguenses nos entendíamos con los hidalguenses, fuimos de las primeras radios reconocidas por su labor social y origen indígena, las primeras cuando las catástrofes naturales nos golpearon, el medio honesto, limpio, casi inocente, de los mensajes entre comunidades y familiares, de los consejos para vivir mejor, de los fallecimientos, de los matrimonios, de los nacimientos, era la nuestra, una radio con una gran dignidad, humanista, precaria pero con un enorme corazón que no dejará de latir; que sirva de algo, si puede servir, mi reconocimiento y afecto a compañeras y compañeros de Hidalgo radio esperando no sean lesionados sus derechos laborales porque ellos hicieron su trabajo y muy bien. Gracias a todos ellos.