La literatura encuentra la manera de que la presencia de The Doors en Venice Beach se mezclé con una canción de Bob Dylan hasta llegar al verdadero detonador de un libro y que tiene que ver con el retiro del tenista Andy Murray, el 10 de enero de 2019 en el Abierto de Australia; y es que el escritor inglés Geoff Dyer se había propuesto escribir sobre la manera en que acaban las cosas… en los diversos finales posibles… y a continuación se dejó ir con un torrente erudito de referencias, citas y entornos en una obra fascinante.
Ya nos había deslumbrado con Pero Hermoso, publicado en 2014, y en donde en clave de ficción recrea pasajes en la vida de grandes jazzistas, figuras que también están presentes en Los últimos días de Roger Federer y otros finales; editado por Random House, sin duda, es uno de los mejores libros que trajo consigo la pandemia, precisamente por ser todo un rara avis.
Vida y literatura fundidas una vez más, dado que llegué a la librería buscando una lectura que me acompañará en un momento complicado de salud y que me requería cambiar radicalmente mis hábitos alimenticios. Daba vueltas entre los estantes con la frase del médico dando vueltas: -pues allá arriba tienes a alguien muy grande que te protege, porqué no me explico cómo es que no te ha dado un infarto-.
Y ahí estaba esperándome Los últimos días de Roger Federer, que termina siendo un tratado muy erudito sobre Nietzsche -una verdadera obsesión para Geoff Dyer- y en el que desfila la relación de amor-odio con el compositor Wagner o bien el seguimiento de la pintura del gran artista inglés Turner y su relación con la luz.
De este proyecto escritural en el que caben incluso las manías del autor -como robarse el shampoo en casa de sus amigos y en los hoteles- se dice que se plantea algunas preguntas muy interesantes: “¿Qué ocurre con la carrera de grandes artistas y atletas cuando llegan a la vejez? ¿Alcanzan una serenidad renovada o sucumben al tormento? A medida que nuestro cuerpo y nuestra mente se deterioran, ¿cómo seguir adelante?”.
Es así que se detiene en varios momentos en el citado Roger Federer (retirado en 2022, cuando el libro ya se había publicado), pero también pasa por la brillante escritura de Jean Rhys, las obras de Giorgio de Chirico y Beethoven en grandes cantidades. Repasa la vida del inmenso futbolista inglés George Best -derribado por la bebida-, mientras da cuenta de cómo le fue en ese demencial festival hippie que es el Burning Man y donde una muchedumbre convive atascada de todo tipo de drogas.
Geoff Dyer se da tiempo también para contar como le fue con el DMT en la soleada Palm Springs, mientras da cuenta de la incomodidad de jugar al tenis en Venice junto a una cancha de basketball y un andador que huele a la mariguana más poderosa. Mientras ello sucede, dosifica su crónica de la vida en el encierro del Covid, sus lesiones constantes y reflexiones muy disfrutables sobre músicos como Miles Davis, John Coltrane y Pharoah Sanders, entre muchos otros, siempre para especular acerca de cómo es que terminaron sus carreras y sus vidas.
Estamos ante un libro que muestra al ensayo como un género heterodoxo y movedizo y que resulta completamente disfrutable, además de muy certero a la hora de apreciar la relación del arte y el tiempo, del deporte y la existencia… no en vano, The New York Times apuntó al respecto: “Dyer, que se ha propuesto escribir un libro sobre los finales, se siente atraído por la infinitud, por la forma en que una cosa lleva a la otra… Hay pasajes realmente magníficos, algunos fragmentos de crítica maravillosos y algunas apasionantes descripciones de pasajes psicodélicos”.
Geoff Dyer tiene 65 años y aunque ha especulado suficiente sobre los momentos finales de muchos genios del arte y del deporte, esperemos que siga publicando libros… es un crack.