La comunidad universitaria y su líder Gerardo Sosa Castelán, se juegan sus cartas al todo o nada con Adán Augusto López Hernández en su pretensión de suceder en el poder ejecutivo federal a su “hermano” y paisano, Andrés Manuel López Obrador.
…Y el tabasqueño les corresponde con elogios, parabienes y un discurso que pretende borrar el oscuro pasado del Grupo Universidad que desde hace más de 40 años controla la vida interna de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
“No lo conozco, acaso he hablado dos veces por teléfono con él”, dijo ante la élite universitaria, incluidos los ex rectores leales a Sosa Castelán, pero sostiene que “no puede ser un integrante anónimo de esta comunidad”.
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Y Octavio Castillo Acosta, rector universitario le reconoce a Adán Augusto López, que en su tiempo como Secretario de Gobernación, (aún sin conocerlo) intercedió en favor de Sosa Castelán, que vive reclusión domiciliaria y espera sentencia por los presuntos delitos de asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita por 58 millones de pesos.
Más aún, el tabasqueño que fue arropado en todo momento por la comunidad universitaria, que le organizó sendos eventos colmados de gente, dijo que la UAEH es referente de lo que debe ser una universidad, por la defensa de su autonomía y por la vida académica, lo que la convierte en un buen ejemplo de buena gestión, virtuosa administración y compromiso social.
Con estos discursos se sepultan los años negros del grupo porril que en la década de los 80 mantuvo en jaque a la sociedad pachuqueña y de la zona metropolitana. En el olvido han quedado los tropelías cometidas por Gerardo Sosa y sus huestes.
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Una larga historia de abusos, fue sepultada el jueves por las declaraciones de Adán Augusto Hernández, cuya visión contrasta totalmente con la de su “hermano” y paisano el presidente de la República, quien en diversos momentos de sus conferencias mañaneras, ha planteado la urgencia de acabar con los cacicazgos en las universidades públicas, como la UAEH.
Por lo pronto, el jueves el Grupo Universidad mostró el músculo, con el que intenta continuar por la senda del éxito político, a partir del 2018 cuando apoyó las candidaturas de Morena, que le han valido espacios en el Congreso de la Unión y en el Congreso local.
Eso sí, apostándole a la desmemoria colectiva.
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