La creciente ola delincuencial que asola al Valle del Mezquital en particular a su corazón social, político y económico Ixmiquilpan se asocia a la toma de poder de los hermanos Charrez Pedraza que a pesar de las denuncias públicas siguen teniendo el control político ahora a través de Araceli Beltrán Contreras que ha resultado un títere de los intereses directos del menor de la dinastía.
Desde el arribo a la presidencia municipal de Cipriano Charrez Pedraza en 2012 por el Partido Acción Nacional (PAN) con el apoyo de Xóchitl Gálvez Ruiz creció el índice delictivo en Ixmiquilpan y más adelante se le asoció a grupos delincuenciales del Valle del Mezquital incluso con el presunto huachicolero y presunto responsable de la desaparición de varias personas en 2018.
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Además el 18 de junio de 2020 como resultado de la mesa de fusión de inteligencia para la prevención de la delincuencia entre instituciones de los tres niveles de gobierno donde se identificaron 17 principales objetivos de seguridad en Hidalgo se ubicó a dos presidentes municipales asociados o nexos con grupos delictivos: Pascual Charrez Pedraza de Ixmiquilpan y Erick Marte Rivera Villanueva de Zimapán y, también se mencionó a Cipriano Charrez.
A ambos entonces alcaldes se les relaciona con la banda de Los Hades, mientras que al ex legislador de acuerdo a ese reporte que le fue presentado al presidente de la República en la conferencia mañanera efectuada en las instalaciones del Centro de Control C5 se le relacionó con diversos ilícitos, la denuncia publica solo fue eso, mientras los ciudadanos de Ixmiquilpan padecen la ola delincuencial.
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Ahora ya van tres titulares de seguridad pública y los hechos de violencia no cesan, por si fuera poco, la mujer que reclamó pensión alimenticia a un candidato a presidente municipal fue detenida junto con otras nueve personas entre ellos un ex reportero como miembros de un grupo delictivo y a ambos se les relacionó en campaña con el poder tras el trono en el ayuntamiento de Ixmiquilpan: Vicente Charrez Pedraza.
Estos antecedentes requieren de una intervención directa de fuerzas estatales y federales no para buscar culpables, sí para garantizar la seguridad de los habitantes del Valle del Mezquital que empiezan a organizarse para efectuar manifestaciones pacíficas para demandar que acabe la violencia y se garantice la tranquilidad social en esta región de Hidalgo.
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