La lista no es corta y la dio el presidente del Consejo Político Estatal de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Caballero Cerón, que apenas se conocieron los resultados oficiales de las elecciones abrió otro frente de conflicto para el partido presidencial que aquí en Hidalgo no termina el pleito por la dirigencia, cuando ya se dio el banderazo para la carrera por la candidatura al 2022.
Es claro que hablar de que tienen aspirantes para echar para arriba se sustenta en el resultado de haber ganado seis diputaciones federales y 14 locales y de mantiene en su visión comentada personalmente el 7 de junio de que sus adversarios los menospreciaron y eso contribuyó a obtener un resultado positivo superando la derrota que sufrieron el 18 de octubre de 2020.
Lo que no puede perder de vista Caballero Cerón, que ha resultado más hábil que otros con recursos y teóricamente con mayor estructura, es que quedó claro que ningún proceso electoral es igual y que aún no analizan cuantos votos perdió Morena de 2018 a 2021 y empieza a caer en el mismo error que dice cometieron sus adversarios en los comicios intermedios al subestimarlos.
Meter en el mismo crisol, ya descartado Arturo Herrera Gutiérrez, que nunca tuvo aspiraciones, a Damián Sosa Castelán, Pablo Vargas González, Francisco Xavier Berganza Escorza, Abraham Mendoza Zenteno, Navor Rojas Mancera, Julio Menchaca Salazar, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, Lidia García Anaya, Simey Olvera Bautista y Adelfa Zúñiga Fuentes, es poco más que arriesgarse a una ruptura total por lo que significa el Clan Universitario.
La soberbia en política es mala consejera, sobre todo cuando de lo que carece Morena es institucionalidad interna, porque siguen sin nadie con autoridad moral o legal que aglutine a todos los grupos al interior del partido que obedecen a intereses particulares y siguen dejando fuera de las decisiones a quienes les dieron el voto, lo que puede suceder de una elección a otra, por lo pronto todos apuntan sus armas contra el senador Julio Menchaca.
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