México tiene 300 casos de lepra, de acuerdo a la Secretaría de Salud (SSA). La información fue difundida a través del boletín epidemiológico de la semana del 16 al 22 de julio publicado el martes 1 de agosto.
La institución alertó a la población sobre las localidades en las que más se tienen casos. Según la publicación, son 28 estados del país los que cuentan con al menos un caso. Tlaxcala es el único que no ha registrado contagios, mientras que de Baja California, Chiapas y Sonora no tienen datos al respecto.
La Secretaría aseguró que hay 12 localidades, ubicadas en siete estados diferentes, que cuentan con una tasa de prevalencia mayor a un caso por cada 10 mil habitantes. A estos los denominó como “municipios prioritarios para la lepra”.
Lepra en México: Estos son los municipios con más casos
Los 12 municipios con más casos y considerados por las autoridades sanitarias como en alerta son:
- Jalisco: Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste y San Cristóbal de la Barranca.
- Michoacán: Nocupétaro y NuevoUrecho.
- Morelos: Tlaltizapan.
- Nuevo León: Lampazos.
- Oaxaca: El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa.
- Sinaloa: Choix.
- Yucatán: Tunkas.
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¿Cuáles son los síntomas de la lepra?
La incubación puede durar entre 6 meses y 25 años, por lo que la SSA la considera como una enfermedad de alto impacto. Estos son sus síntomas más comunes:
- Lesiones rojizas.
- Pérdida de sensibilidad en manos, pies y/o cara.
- Limitación en la movilidad.
- Deformación en extremidades, punta nasal y oídos.
Una de las principales vías de transmisión de la lepra es a través de partículas de saliva, aunque no necesariamente por compartir algún alimento o beber del mismo lugar.
¿Cómo se previene la lepra?
La buena higiene personal es la mejor manera para prevenir la lepra. Mantener las manos limpias, un uso correcto de cubrebocas y estar al pendiente de las personas con las que más convivimos suelen ser las recomendaciones principales.
Un diagnóstico temprano de la enfermedad puede evitar complicaciones y agilizar el tratamiento. La cura es a base de fármacos y un tratamiento largo, aunque en caso de atenderse a destiempo, se podría quedar con una discapacidad permanente.