Las Secretarías de las Mujeres

El gobierno federal y algunos de los nuevos gobiernos estatales como el de Ciudad de México y Morelos, han anunciado que los Institutos de las Mujeres se convertirán en Secretarias. En un primer momento, esta acción parece enviar un contundente mensaje de fortalecimiento y compromiso con la agenda de igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. No obstante, y como ya es costumbre en esta columna, hay que complejizar esta discusión porque transformar los Institutitos en Secretarias pueden ser un buen primer paso, pero no necesariamente la solución a los problemas de discriminación y violencia que vivimos actualmente.

La intención de crear los Institutos de las Mujeres (que hoy en día existen a nivel federal, estatal y municipal) era tener un organismo que apoyara a los diferentes niveles de gobierno a integrar la perspectiva de género en toda la política pública. Es decir, la chamba central de los Institutos era verificar y trabajar de forma coordinada con el resto del Gabinete para que todas y cada una de las políticas y acciones que se realizarán contemplaran a las mujeres y las diversas necesidades que tenemos.

Lo que sucedió con estos Institutos es que la falta o recorte de presupuesto, de infraestructura, personal y que la titularidad del mismo se ha convertido en botín político para impulsar carreras de personas que muchas veces no tienen conocimiento en la materia, los debilito tanto que difícilmente se han alcanzado estos objetivos.

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Para muestra el Instituto Hidalguense de las Mujeres, que desde su fundación ha servido para que algunas personas figuren en el contexto político, pero no ha tenido grandes impactos en el avance de los derechos de las mujeres y menos, en asegurarse de que la política pública del estado cuente con perspectiva de género. Ni si quiera podemos hablar de que sus acciones hayan tenido un cambio en la cultura machista del estado, cuando de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica y Ciudadana de enero a julio de 2024 se han abierto 10 carpetas de investigación por el delito de feminicidio.

A nivel nacional Claudia Sheinbaum anuncio que la nueva Secretaría será dirigida por Citlalli Hernández, en Ciudad de México por la activista Dapthne Cuevas y en Morelos por Clarisa Gómez. Todas con perfiles distintos pero que en su trabajo se puede rastrear conocimiento en temas de género, lo que ya es un avance.

Pero ellas y las que vengan (porque no tardará pasar eso mismo en todos los estados del resto del país) tienen retos enormes: lograr un presupuesto digno, crear un programa de trabajo que impacte en el resto del gabinete para que la agenda tome la importancia que tiene en las acciones de todas las otras secretarias y que esta agenda contemple a todas las mujeres: niñas, adolescentes y mujeres cis y trans; mujeres lesbianas, bisexuales, mujeres indígenas, mujeres de la clase media y baja, mujeres con discapacidad, mujeres migrantes, mujeres afromexicanas, etc, etc, etc.

Nada de esto es menor y la situación actual que vivimos exige que esta Secretaría se tome en serio sus obligaciones y no solo quede como intento más de cumplir con una exigencia de la ciudadanía pero que no sirve para nada.