Ana Karen Parra Bonilla, llegó a la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), el 29 de julio del 2022 y desde entonces ha generado inestabilidad en el organismo, se ha confrontado con las organizaciones sociales que en principio le dieron su apoyo, y ha hecho rotaciones y remociones de personal, 170 veces, en una institución que cuenta con una plantilla de 97 personas.
Ha desplazado a personal con preparación académica y conocimiento en las áreas de su competencia, por sus allegados a quienes les perdona no tener nivel de licenciatura, como exige su perfil, pero eso ha sido pasado por alto, en el entendido de que esa veintena de incondicionales, harán un buen papel.
Pero, no, al interior de la CDHEH hay quejas de mal trato, acoso laboral y recurrentes renuncias de personas que no toleran el ánimo de la ombudsperson, quien, al menor señalamiento, ordena que el señalado o la señalada sea dada de baja, sin mayor miramiento.
Parra Bonilla, ha provocado con sus acciones que diversos grupos de defensa de los derechos humanos, haya solicitado al Poder Legislativo que destituya a la titular de la CDHEH.
Ella, en descargo, dijo ante los medios que los resultados de su trabajo “ahí están” y que, por ejemplo, en el caso de los abusos cometidos por los policías, en la marcha del 8M, hay más de 200 personas que siguen siendo investigadas.
Los trabajadores que bajo el anonimato hablaron del tema, sostienen que todo lo dicho por Parra Bonilla a la prensa, “es mentira” y su trabajo deja mucho que desear. No hay protestas oficiales porque la mayoría de los trabajadores de la Comisión, prefieren conservar su empleo que confrontarse con su jefa.
Las 11 visitadurías no operan como debería ser pues la remoción de sus encargados es recurrente y no permite dar puntual seguimiento al trabajo que deben desempeñar pues, apenas se nombra un visitador y comienza a involucrarse en sus deberes, se le cambia de adscripción.
Cuando asumió la presidencia de la CDHEH, Ana Karen Parra, sostuvo que la Comisión “necesita dignificarse y una reingeniería para dejar de ser una oficina gubernamental”.
Hoy, su suerte está en la sede del Poder Legislativo, donde, sin embargo, parece que no procederá su remoción, pues no quieren que sea n precedente para que ocurra lo mismo en algunas áreas del gobierno estatal.
Deja una respuesta