Las consecuencias de la impunidad

No sé usted, pero el hoyo en el estómago que me provocó la desaparición y asesinato de Camila, la niña de Taxco que había ido a jugar con su mejor amiga; aún no se va.

Este fin de semana fuimos testigos de este terrible hecho al que el Estado, el cínico y desvergonzado Estado a través de sus políticos y servidores han querido responsabilizar a su madre, a su familia y a la gente de Taxco.

Si creo que nosotres como sociedad no somos les mismes. ¿Cómo olvidar las imágenes de la niña entrando a brinquitos a la casa de su mejor amiga? ¿Cómo deshacernos de las imágenes del tío pidiendo ayuda para buscarla? ¿Cómo olvidar las fotos del linchamiento de su agresora y sus hijos?

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¿Eso fue justicia?

La madre tuvo que salir a defenderse de las palabras del Secretario de Seguridad Pública de Guerrero que la responsabilizo por no vigilarla. Vigilarla. Ya hay varias generaciones de niñes que no saben que es salir con tranquilidad a las calles, ir a la tienda, ir a la escuela. Sabemos que la violencia ocurre en casa pero también fuera de ella, que mensaje tan ruin y desesperanzador. Y ella también salió a decir que no estuvo de acuerdo con el linchamiento porque para ella la justicia que esperaba era que la agresora viviera con ella el mismo tiempo el sufrimiento que va a tener toda su vida; pero que entendía.

Y si que lo entiende. Seguro ella tenía una rabia superior por lo que le hicieron a su hija, seguro también se imagino haciéndole daño para ver si sentía un poquito de lo que ella y su hija atravesaran. Ahora no tenemos la certeza de que se pueda saber qué fue lo que exactamente pasó, porque la agresora fue asesinada por un pueblo que está harto de la pinche ineficiencia de sus autoridades.

Los linchamientos son la mayor muestra de la falla del estado, de que la impunidad y la corrupción no nos están haciendo normalizar e ignorar la violencia, sino que nos tiene sobreviviendo, escuchando y leyendo todos los días noticias de asesinatos, violencia y discriminación, que su política de terrorismo del miedo esta funcionando y que tenemos furia por su ineficiencia.

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Aquí además de las personas que agredieron a Camilia, a su familia, a su mejor amiga; los principales responsables son el Estado.

Si 40 policías no iban a poder con una multitud de 5 mil personas que están hartas, cansadas, furiosas, con miedo de la violencia sistemática de un estado. Porque esto no hubiese pasado si el sistema de justicia, si el poder ejecutivo tuviera legitimidad de priorizar a las víctimas, escucharlas y repararlas.

Me preguntó cómo se puede regresar a vivir en lo individual y en lo colectivo después de un linchamiento, cuando ya pasa el coraje.

Camila merece justicia. Su mamá, sus hermanas, su papá merecen justicia. Su mejor amiga merece justicia. La gente de Taxco merece redención y justicia. Del linchamiento de Taxco todes somos victimarios y víctimas y desde esa complejidad tenemos que pensar en estrategias para que nunca más una niña sea asesinada, para que nunca más un pueblo tenga que linchar a alguien en nombre de una justicia que el estado prometió y nunca cumplió.